El colegio católico concertado Juan Pablo II de Alcorcón será investigado por la Comunidad de Madrid por impartir clase extraescolares sexistas

Por Jazmín López Picazo – Equipo de trabajo del Observatorio de Violencia

Hace unos días salía la noticia de que el colegio Juan Pablo II de Alcorcón será investigado por ejercer discriminación por sexos en actividades extraescolares. Se trata de un colegio concertado, lo que quiere decir que se financia con fondos públicos y sin embargo aplica la «educación mixta diferenciada» que se traduce en segregación en las aulas por sexo. Siguiendo esta política han llegado a realizar actividades extraescolares de manera diferenciada separando niños y niñas.

Las actividades extraescolares en cuestión son ganchillo solo para chicas, que además suponía un coste de 8 euros por alumna en concepto de gastos de material, y que se impartía en horario de comedor. Para ellos se organizaban visitas al estadio Santiago Bernabéu, mientras que las excursiones para ellas consistían en visitas a comedores sociales. Todo esto recuerda demasiado al franquismo cuando era obligatorio para las chicas cursar las asignaturas de «labores del hogar» que incluían corte, trabajos manuales, zurcido y repaso, cocina, música y economía doméstica, o la imposición de realizar el «Servicio Social Femenino» durante tres meses si querían acceder a un puesto de trabajo de la administración o incluso en la empresa privada, así como de certificados y carnets.

Puede que no parezca grave o que se le ha dado demasiada importancia a las actividades extraescolares de este colegio pero es muy peligroso porque pretende volver a los roles tradicionales de género en el que la misión de la mujer es la de ama de casa, esposa y madre, mientras que el hombre ocupa el espacio público. Además se está inculcando a una edad donde se están formando las identidades de esas niñas y niños, así como su forma de entender y relacionarse con el mundo.

No es la primera vez que el colegio Juan Pablo II salta a la palestra, ya en el inicio de este curso en septiembre de 2016, el director del colegio entregó una carta al alumnado de contenido homófobo e islamófobo en la que comparaba la ley de LGTBfobia con «el fanatismo religioso». La carta fue su respuesta a la «Ley de protección integral contra la discriminación por diversidad sexual y de género» aprobada por unanimidad el 14 de julio de 2016 en la Asamblea de Madrid, en la que una de sus medidas obliga a los centros educativos a abordar la diversidad sexual y de género en las aulas.

Fue en este mismo colegio donde el alcalde de Alcorcón, David Pérez, en abril de 2015 hizo unas declaraciones en las que se refería a las feministas como «mujeres frustradas, amargadas, rabiosas y fracasadas como personas» además de realizar un discurso antiabortista en el que señalaba que el aborto «… convierte el cuerpo de la mujer en una sala de ejecución».

La Comunidad de Madrid va a realizar una inspección educativa para comprobar si es cierta la discriminación, puesto que las actividades de ganchillo o visitas al Bernabéu no constaban en el listado que se remite a la Consejería de Educación con las actividades complementarias que remite cada centro.

 

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