Por unas fiestas del Pilar sin agresiones sexistas

Un piropo callejero se convierte en muchas ocasiones en un tocamiento cuando hablamos de concentraciones festivas multitudinarias donde parece que todo es válido.

“No es no, por unos Pilares sin agresiones sexistas” da nombre a la campaña que por segundo año consecutivo el ayuntamiento de Zaragoza está llevando a cabo con el fin de sensibilizar a la población sobre la violencia machista y evitar los abusos y agresiones sexistas. De hecho, el pregón de Interpeñas, federación de peñas de la capital aragonesa cuyo papel en estas fiestas es fundamental, ha sido protagonizado por dos empleados públicos de la Casa de la Mujer del consistorio.

La campaña contempla varias actuaciones entre las que destaca un protocolo que supone la paralización durante 5 minutos de los actos festivos organizados por el Ayuntamiento una vez sea investigada y confirmada una agresión sexual, además de una concentración de repulsa al día siguiente. También se han repartido carteles y pulseras moradas a mujeres y hombres para que exista una mayor visibilización y concienciación.

El hecho de que este tipo de agresiones en fiestas populares esté más mediatizado no significa que sea algo nuevo, ni en las Fiestas del Pilar, ni en los San Fermines, ni en ninguna otra. Sin embargo, estas campañas consiguen que mujeres que sufren abusos se animen a denunciar, que los hechos se hagan públicos y que por tanto, exista una mayor concienciación sobre el tema y una actuación por parte de las instituciones públicas.

Son múltiples las campañas de este tipo que están surgiendo últimamente, como la campaña ‘Sin mi permiso…No’, una  iniciativa surgida con motivo de la feria de Jaén que comenzó el pasado domingo, o la organización de patrullas urbanas en las fiestas de San Fausto, Durango.

Desde hace muchos años colectivos feministas, protagonistas en estas iniciativas, vienen reivindicando que la noche y la fiesta también debe ser un lugar seguro e igualitario para la mujer, al igual que su vuelta a casa y que el cuerpo es de cada mujer y nadie más.

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