Tribunal reafirma sentencia condenatoria contra Teodora. La Justicia patriarcal atenta contra la libertad, vida y derechos de las mujeres en el Salvador

Por Ana Carrión Jiménez – Equipo de voluntariado del Observatorio de Violencia

Teodora perdió un embarazo en el 2007, después de sufrir dolores cuando estaba en el trabajo. La policía la arrestó cuando estaba sobre un charco de sangre. Fue sentenciada a 30 años por “homicidio agravado” bajo la prohibición absoluta del aborto en El Salvador. Tribunal confirma sentencia de Teodora.

Teodora Vázquez es una mujer de las comunidades que como otras tantas, trabajaba de vendedora. Forma parte del grupo de “las 17”. Se les conoce por este nombre  porque no es la única sentenciada por homicidio agravado, estos eran los casos de los que se tenían constancia al momento de comenzar la campaña en 2014, cuando se presentaron otras tantas solicitudes de indulto al Congreso. En realidad, son al menos 31 mujeres las que están presas por casos similares, todas acusadas de acabar con la vida de sus hijos al momento del nacimiento. Sin embargo, ellas alegan haber sufrido complicaciones obstétricas y problemas médicos al dar a luz. Como afirma  la acusada, causando la muerte por asfixia perinatal del bebé, prueba científica corroborada y aportada por la defensa pero insuficiente para el tribunal. Teodora continuará detenida en la prisión de Mariona.

Ayer nuevamente, el Sistema de Justicia de El Salvador le falló a ella y a su familia, condenada a estar 10 años lejos de su familia y su hijo, 10 años tras las rejas por un delito que no cometió.

Su terrible historia es una muestra de un  sistema judicial discriminatorio y misógino de este país, que ha condenado a las mujeres a penas carcelarias de entre 30 y 12 años por delitos como homicidio agravado. Según datos de La Colectiva Feminista, una agrupación salvadoreña que defiende los derechos de la mujer, en las últimas dos décadas, más de un centenar de mujeres fueron procesadas en El Salvador, uno de los seis países del mundo en los que el aborto está completamente prohibido bajo cualquier circunstancia. Aunque la mujer haya sido violada o su vida corra peligro.

Organizaciones feministas y a favor de la defensa de los Derechos Humanos se han pronunciado en contra de la resolución del Tribunal y han asegurado que continuarán su trabajo de denuncia para lograr que la pena en contra de Teodora y el resto de mujeres encarceladas por la misma ley antiaborto sean revocadas.

En junio de 2016, miembros de Amnistía Internacional (AI) se reunieron con el ministro de Justicia y Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, y le presentaron 250.000 firmas «exigiendo la libertad para Teodora». Con este caso se dan pasos agigantados hacia atrás, corroborando que la prohibición total del aborto sigue amenazando los derechos de las mujeres en El Salvador, en palabras de Erika Guevara-Rosas, Directora para las Américas de Amnistía Internacional: “La trágica historia de Teodora es una triste imagen de todo lo que está mal con el sistema de justicia en El Salvador, donde los derechos humanos parecen ser un concepto extraño”

Tenemos que hacer llegar al mundo que Teodora es inocente y que quienes la han condenado son una muestra de lo podrido que está el Sistema Judicial de El Salvador y  la necesidad de que cambien sus leyes, que solo condena y encarcela a las mujeres pobres y libera a violadores y poderosos que pueden pagar por su libertad.

Teodora no va a poder pasar la navidad con su familia, no serán «felices fiestas» para ella ni otras mujeres de El Salvador.

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