El Instituto Aragonés de la Mujer y la Asociación de Periodistas por la Igualdad realizaron la II Jornada «Medios de comunicación y eliminación de las violencias contra las mujeres» el pasado 10 de diciembre. Esta jornada formativa tenía como objetivo poner de relieve el papel del periodismo en la lucha contra la violencia machista y la protección de las mujeres, dando a conocer a periodistas y profesionales de la comunicación también parte del proceso institucional y judicial de acompañamiento a dichas víctimas.
Esta jornada reunió tanto a profesionales como a supervivientes. En el primer caso, abordaron su trabajo haciendo énfasis en la carga humana que debe conllevar el tratamiento periodístico en estos casos.
Tras una bienvenida, se pasó a una mesa redonda sobre el ‘Proceso que sigue una víctima de violencia de género desde que llama al teléfono de ayuda frente al maltrato‘. En la misma participaron:
- Natalia Morlás: superviviente de la violencia machista perteneciente a la Asociación SOMOS+
- María Álvarez Roy: trabajadora social que interviene con mujeres víctimas de violencia desde el IAM.
- Beatriz Amores Arriaga: coordinadora de Urgencias del Hospital Clínico Lozano Blesa.
- Celia Trullén Carbó: abogada de familia.
- Clara Pérez Martínez: inspectora de las Unidades de Atención a la Familia y Mujer de la Policía Nacional.
- Marta Suñén Ramón: trabajadora social del Punto de Coordinación de Órdenes de Protección del IAM.
- Rosa Egea Fuentes: abogada del Punto de Coordinación de Órdenes de Protección del IAM.
- María de Miguel Aguilar: responsable de Comunicación de la Delegación del Gobierno en Aragón.
Asimismo, la periodista Cristina Fallarás impartió una clase magistral sobre periodismo y violencia machista, quien desatacó que «la violencia contra la mujer está tolerada«.
Del evento, podemos destacar que Natalia Morlás pidió a los medios de comunicación «proteger la identidad de la víctima» y poner el «foco de la información en el agresor y en la situación de aislamiento del maltratador en los juzgados», incidiendo también en el peligro de revictimización que supone la publicación de datos personales de las víctimas. Por su parte, María Álvarez reclamó «más sensibilidad a la hora de trasmitir las informaciones y la importancia del uso de un lenguaje inclusivo».
La inspectora Clara Pérez hacía referencia a la posibilidad de que la exposición del agresor en los medios de forma prematura puede dificultar el proceso de denuncia por parte de la víctima; pudiendo llevar también a la «destrucción de pruebas y desprotección de la víctima poniéndola en riesgo«.
Rosa Egea manifestaba la importancia de que este problema social fuese tratado en los medios de comunicación, de que el interés de los y las menores primase sobre otras cuestiones, y de que reflejar a supervivientes puede servir de empoderamiento para otras mujeres.
Finalmente, María de Miguel exigía a los medios «pensar antes de escribir y antes de coger una imagen«, «hay que cuidar la información porque las mujeres tienen que seguir viviendo, hay que pensar en la vida que viene después«.
Por último, cabe destacar que la directora del IAM, María Goikoetxea, insistió en la importancia de la formación debido «al rol de los medios de comunicación como agentes de socialización«.
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