Presentación del estudio «Situación de la violencia contra las mujeres con discapacidad en Extremadura 2020»

La consejera de Igualdad y portavoz de la Junta de Extremadura, Isabel Gil Rosiña, presentaba ayer el estudio «Situación de la violencia contra las mujeres con discapacidad en Extremadura 2020» el primero que se realiza en España relativo a la situación de las mujeres con discapacidad que sufren violencia de género, un trabajo en el que han participado 70 mujeres de la región y que ha llevado a cabo el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), con fondos del Pacto de Estado contra la Violencia de Género.

MÁS VULNERABILIDAD

Según el presidente de CERMI Extremadura, Jesús Gumiel, el estudio refleja que hay una menor capacidad en estas mujeres para defenderse ante una situación de violencia y también mayor dificultad para expresarse.

Además, ha añadido, también existen “hándicaps añadidos” en ámbitos como el del trastorno mental, en el que hay “una menor credibilidad en el relato cuando sufren violencia de género”, o en el de las que sufren parálisis cerebral, que tienen especiales dificultades para poder acceder a los recursos de forma autónoma.

En los pocos casos que se denuncian, ha subrayado, las mujeres “sufren un estrés emocional muy fuerte”, ya que en ocasiones se trata del padre de sus hijos, por lo que surgen muchas dudas y finalmente se retira la denuncia. Y también hay otros casos en los que el Ministerio Fiscal no encuentra pruebas suficientes para sustentar esa denuncia.

MEDIACIÓN ENTRE LAS MUJERES Y LAS INSTITUCIONES

Además de identificar el problema, ha valorado el presidente de CERMI Extremadura, su organización ha propuesto una solución que consiste en proponer a la Consejería de Igualdad y Portavocía la creación de la figura de una mediadora entre la mujer con discapacidad y las instituciones públicas.

Se trataría, ha dicho Gumiel, de una persona “adscrita a nuestra entidad” y que además de esa labor de intermediación llevaría a cabo también acciones de concienciación mediante reuniones con las ONG, con las familias y profesionales que tienen una relación más directa con estas personas como las y los trabajadores sociales, además de tareas de prevención.

La coordinadora del grupo de trabajo de mujer y discapacidad de CERMI Extremadura, Belén Trianes, ha calificado el estudio como “un instrumento muy valioso para dar visibilidad a la mujer con discapacidad” y ha ofrecido algunos de los datos que se incluyen en él.

DATOS

Un 32,9 por ciento de las encuestadas afirma haber sufrido violencia física a lo largo de su vida; un 22,9 por ciento, violencia sexual; y un 58 por ciento, violencia emocional, en todos los casos fuera del ámbito de la pareja.

Si es dentro del ámbito de la pareja, las cifras aumentan considerablemente. Así, el 44,7 por ciento asegura haber sufrido violencia física; un 53,2, violencia sexual; y un 87,2 sufre abuso emocional.

Si se tiene en cuenta que muchos de los casos permanecen invisibles, el número de mujeres víctimas podría aumentar, ha añadido Trianes, quien ha señalado que más del 50 por ciento de las mujeres nunca cuenta su situación a nadie, ni a los servicios de protección ni a su entorno más cercano, por lo que ha reiterado la trascendencia del estudio.

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