#28S #HablaDeAborto El aborto en el centro de las nuevas derechas

Como ha ocurrido en otros momentos de la historia frente a los avances del movimiento feminista suelen haber respuestas reaccionarias que intentan socavarlos. Así, en el último tiempo las derechas de todo el mundo han construido en el feminismo su mayor enemigo público. Probablemente sea, no solo por la potencia a nivel mundial del movimiento, sino por su pretensión de cambiar desde las bases el sistema patriarcal. Y, en este sentido, el aborto se presenta como el tema bisagra en estas discusiones. 

El aborto como símbolo de autonomía de las mujeres. 

El control sexual y reproductivo sobre las mujeres ha sido – y sigue siendo – una de las bases más sólidas sobre las que se asienta el sistema patriarcal. Es uno de los elementos que ha permitido relegar a las mujeres al ámbito privado, retirarlas de la vida pública y convencerlas de que hay un solo camino posible para sus planes de vida. Dar a las mujer el derecho de decidir plenamente sobre su vida reproductiva sea posiblemente el acto que mayor revolución conlleva. Tal es así que la argumentación en contra de esta práctica se repite en todo el mundo y está cargada de argumento como que esto significa un peligro e incluso el fin de la familia, que atenta contra el orden natural de las cosas, que es un asesinato, que el cuerpo de las mujeres ya no les pertenece en tanto tienen otra vida dentro. Y, en consecuencia, se busca de diferentes maneras restringir el acceso de las mujeres a estas intervenciones. 

Del discurso a la acción. 

En muchos casos, cuando quienes sostienen estos pensamientos llegan a posiciones de poder se encargan de hacer los cambios necesarios para que lo dicho se transforme en acción. Uno de los casos más grave de los últimos tiempos sea quizás el de Polonia donde en octubre de 2020 el Tribunal Constitucional declaró inconstitucional el aborto por malformación mortal o grave del feto, eliminando uno de los pocos supuestos legales permitidos del aborto al que se acogían más del 90% abortos practicados en el sistema de salud de Polonia y colocando a la legislación polaca como una de las más restrictivas de Europa.  

Otro ejemplo de estos retrocesos es Hungría, que desde el año pasado y a través de un decreto, obliga a las embarazadas que quieran acceder a un aborto a escuchar los latidos del feto. Esta práctica tiene consecuencias traumatizantes sobre las mujeres y no es más que un obstáculo en el acceso a la intervención. 

En mayo de este año en El Salvador, uno de los países con la legislación más restrictiva del mundo con respecto al aborto, se condenó a una mujer a 30 años de prisión por homicidio agravado por sufrir una emergencia obstétrica.  

Cabe destacar, también, uno de los acontecimientos que posiblemente haya funcionado como disparador para replicar estas prácticas en el resto del mundo que fue cuando en 2022 el Tribunal Supremo de Estados Unidos dictaminó que el derecho al aborto dejaría de estar protegido por dicho tribunal y pasaría a ser competencia de cada uno de los estados. Esto significó un retroceso de casi 50 años y permitió que el aborto esté ahora totalmente prohibido en 14 estados y que sea prácticamente inviable en muchos otros.  

Por último, está el caso de China, que desde 2021 anunció la limitación a los abortos por “fines no médicos”. Esto se hace para contrarrestar las consecuencias en la caída de la natalidad debido a la política de único hijo. Es necesario destacar que se violan los derechos de las mujeres de igual manera, cuando se limita el número de hijos e hijas que desean tener como cuando se restringe y obstaculiza el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo.  

Estos son solo algunos de los casos que permiten comprobar el peligro que implican los liderazgos políticos que representan – orgullosamente – las pretensiones más antiguas del patriarcado. Y nos recuerda como cada derecho conseguido por las mujeres debe ser cuidado cada día, porque nunca están asegurados para siempre.

Para más información, consulta los siguientes enlaces:


Esta actividad forma parte de la campaña de activismo que se lleva a cabo con motivo del día 28 de septiembre, Día de Acción Global por el Aborto Legal, Seguro y Accesible, en el marco del “Programa para Educar en Igualdad y Prevenir la Violencia de Género. Hacia un voluntariado por el Buen Trato” de Fundación Mujeres, con la financiación del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de las Subvenciones del 0,7 a actividades de interés social.

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