Esta actividad forma parte de la campaña de activismo que se lleva a cabo con motivo del día 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, en el marco del “Programa para Educar en Igualdad y Prevenir la Violencia de Género. Hacia un voluntariado por el Buen Trato” de Fundación Mujeres, con la financiación del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de las Subvenciones del 0,7 a actividades de interés social.
Por Ariadna Coll Nieto – Alumna en prácticas de Fundación Mujeres
En los últimos años se ha reconocido la palabra “manosfera” (traducción del término “manosphere” en inglés) para hacer referencia a aquellos espacios digitales donde se propagan discursos misóginos y abiertamente antifeministas. Es decir, se trata de esos lugares virtuales donde algunos hombres buscan reforzar su masculinidad.
Los hombres que frecuentan estos espacios han encontrado un lugar donde dar respuesta al rol que se les ha atribuido tradicionalmente en la sociedad, donde compartir los valores de la masculinidad y donde construir su masculinidad a través de la victimización. Una de las consecuencias sociales que ha tenido la manosfera ha sido la polarización de la sociedad con respecto al feminismo y a la percepción social de la violencia de género. En estos espacios, a través de las nuevas tecnologías, se propagan discursos antifeministas que niegan los problemas a los que se enfrentan las mujeres y que legitiman el discurso de extrema derecha de que el feminismo es una “ideología de género”.
Además, la manosfera tiene mayor éxito entre los hombres jóvenes. Estos discursos misóginos invaden gran parte de las redes sociales, al estar apoyados por creadores de contenido con una gran cantidad de seguidores. Algunos de los más conocidos streamers basan su contenido en la cultura de la violación y en la reivindicación de sus derechos como hombres, desvalorizando los de las mujeres. En este sentido, se ha publicado una investigación reciente sobre cómo afecta la manosfera a la percepción que tienen los hombres jóvenes sobre la violencia sexual.
En definitiva, la manosfera tiene un gran calado en el proceso de socialización de los jóvenes. A través de estos discursos antifeministas, se reconfigura el imaginario de violencia sexual, restándole importancia, y se fomenta la creación de marcos interpretativos erróneos sobre lo que es el feminismo y la violencia contra las mujeres.