La Asamblea Feminista Unitaria de Granada vuelve a llamar la atención sobre otra agresión sexual en la
ciudad, a través de un comunicado en el que critica el trato a las mujeres que denuncian
Tras el segundo caso de agresión sexual denunciado en menos de dos semanas, la Asamblea Feminista denuncia que “se cuestiona a la mujer que denuncia” y que a la última incluso llegaron a “culpabilizarla por lo ocurrido: ¿qué hacía usted sola a estas horas de la noche?, y por no haber podido identificar al agresor: ¿qué va a decir usted si ha bebido?”
También en este caso, la Policía Nacional de Granada ha tenido un “trato discriminatorio con la implicada”, no permitiéndole prestar declaración hasta cerca de nueve horas después de lo sucedido, mostrando clara incompetencia y mal trato en el proceso.
Lejos de ser casos aislados, las agresiones sexuales y sexistas en los espacios públicos y de ocio son delitos que se cometen con frecuencia: cada año se denuncian en España 1.161 violaciones, según los últimos datos que facilita el Ministerio del Interior, de 2011. “Son tres cada día; una cada ocho horas, y en la mayoría de los casos ni siquiera llegan a denunciarse, y cuando es así, la percepción mediática y social, lejos de afrontar este problema con seriedad, instan a las mujeres a vivir con miedo, a no ir a donde nos apetezca, ni vivir solas para evitar las violaciones”.
Así, además del daño que supone la violencia sexual sobre la salud física y psicológica de las agredidas, “la amenaza permanente de violación funciona como una forma de coacción sobre todas las mujeres, al establecer los límites de lo que podemos o no hacer, minando nuestra autonomía”.
Así, además del daño que supone la violencia sexual sobre la salud física y psicológica de las agredidas, “la amenaza permanente de violación funciona como una forma de coacción sobre todas las mujeres, al establecer los límites de lo que podemos o no hacer, minando nuestra autonomía”.
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