Esta actividad forma parte de la campaña de activismo que se lleva a cabo con motivo del día 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, en el marco del “Programa para Educar en Igualdad y Prevenir la Violencia de Género. Hacia un voluntariado por el Buen Trato” de Fundación Mujeres, con la financiación del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de las Subvenciones del 0,7 a actividades de interés social.
La brecha digital de género hace referencia a las diferencias entre hombres y mujeres en cuanto al acceso, a la utilización y a la calidad de uso de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC). Los datos a nivel mundial avalan la existencia de esta brecha digital de género: según datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) publicados en el informe Measuring digital development: Facts and figures 2019, el 52% de las mujeres a nivel mundial todavía no utilizan internet, frente al 42% de los hombres.
Como se desprende de su definición, la brecha digital de género está formada por tres elementos: acceso, utilización y calidad de uso, y, por lo tanto, en los últimos años se está hablando de la existencia de tres brechas digitales.
La primera brecha digital hace referencia a la dificultades de acceso a las TIC, lo que se traduce mayores dificultades para la búsqueda de empleo, formación, realización de trámites burocráticos… Aunque esta brecha se ha ido reduciendo con el paso del tiempo, ya que cada día más personas cuentan con acceso a Internet, adquiriendo más importancia la segunda, todavía existen a día de hoy algunos grupos de población excluidos del uso de las nuevas tecnologías, como son las mujeres que se dedican al ámbito de los cuidados no remunerados, mujeres con escasos ingresos o en situación administrativa irregular…
Por otro lado, la segunda brecha digital hace referencia a la utilización de las TIC. En palabras de Cecilia Castaño, esta segunda brecha está relacionada con “el dominio masculino de las áreas estratégicas de la educación, la investigación y el empleo relacionado con las ciencias, las ingenierías y las TIC” y “refleja las diferencias entre mujeres y hombres respecto a los usos y las habilidades de Internet”, constituyendo una barrera “para la plena y efectiva incorporación delas mujeres a la sociedad de la información”.
Por último, en el informe “La brecha digital de género. Amantes y distantes” se indica que existe, además de las dos anteriores, una tercera brecha digital de género, que se encuentra «circunscrita al uso de los servicios TIC más avanzados». Es decir, a lo que se refiere esta tercera brecha digital es a que “cuanto más intensiva y avanzada es la utilización de las tecnologías, mayor es la brecha de género”.