Guerra y explotación sexual una problemática latente #23S#NoEsElecciónEsExplotación.

Los impactos de la guerra son multidimensionales. Afectan a la educación, la economía, la política entre otros aspectos. Las situaciones de conflicto desencadenan la migración, como un mecanismo de supervivencia, y búsqueda de un lugar seguro para las familias. Las guerras generan problemáticas que se invisibilizan por el conflicto mismo, es lo que sucede, por ejemplo, con el tráfico de mujeres y niñas con fines de explotación sexual.

La guerra, un mecanismo que agrava la explotación sexual.

Los desplazamientos que producen las guerras afectan particularmente en mujeres y niñas, dejándolas en extrema vulnerabilidad convirtiéndolas en potenciales víctimas para la explotación sexual. La concentración de la atención en épocas de guerra, en la adquisición de poder, en el «ganar» o «perder» el conflicto, invisibiliza otras problemáticas que son daños directos, pero que se tratan como daños colaterales. La nula protección por parte de los estados, la ineficiencia de los reasentamientos, y la dificultad para las reunificaciones familiares, son consecuencias de la guerra que vulneran a miles de personas.

Los conflictos bélicos invisibilizan a las personas, y les instrumentalizan dejándoles sin derecho alguno, obligándoles a colocar sus proyectos de vida en pausa, y a su vez sufriendo un desarraigo  de sus hogares. Estas disputas ponen en extremo peligro a las mujeres, y niñas, siendo un eje fundamental para la trata con fines de explotación sexual. La trata tiene una estrecha conexión con los conflictos armados, siendo estos, espacios de coacciones, situaciones violentas, y mayor impunidad para que las redes de trata operen.

Algunas cifras en los conflictos.

Desde el 24 de febrero del 2022, cuando inicio el conflicto entre Rusia y Ucrania, según ONU MUJERES, el 56% de personas desplazadas son mujeres, esto representa aproximadamente 4 millones de víctimas. Después de 2 años de guerra, las mujeres, niñas, y niños siguen siendo daños directos de la guerra, sin la posibilidad de acceso a servicios de salud mental, sexual, reproductiva, y la posibilidad de un empleo. La trata de mujeres ucranianas, ha sido una constante por años, sin embargo, el conflicto ha agudizado esta problemática, colocándolo según ACNUR como una situación humanitaria que requiere de especial atención.

Los conflictos sociales ubican en posiciones difíciles a la ciudadanía, según Mulier Venezuela, una ONG que se dedica a estudiar la trata de mujeres venezolanas, afirma que entre el 2021 y 2022 fueron rescatadas de las redes de trata 1.390 mujeres. Estas situaciones reconfirman que los conflictos internos, la falta de oportunidades, y la no cobertura de servicios básicos, son factores que ponen en peligro a mujeres, niñas, y niños de ser víctimas de trata.

Naciones Unidas en su Informe Global Sobre la Trata de Personas del 2018, destaca que en Centroamérica y el Caribe se ha detectado a más niñas como víctimas de explotación sexual que en otras regiones, donde suelen ser mujeres adultas. El informe detalla que un 49% de víctimas son adultas; el 23% del total sin niñas. Estas situaciones reconfirman, el conflicto como un eje fundamental de las redes de trata de personas, y a su vez, coloca una vez más a las mujeres como afectadas directas por los conflictos bélicos.

Zonas geográficas, y explotación sexual.

Naciones Unidas ofrece los siguientes datos. En América del Norte, Centroamérica y el Caribe, el 55% de las víctimas de trata son niñas, y el 11% son niños, lo que deja a esta región con el mayor número de víctimas menores con un total de 66%. Como particularidad en esta zona, el informe de Naciones Unidas, muestra que entre las personas detenidas y juzgadas por participar en la trata también hay mayoría mujeres, la cual representa un 58%. El 87% de las víctimas detectadas en América Central y el Caribe estaban siendo traficadas para explotarlas sexualmente.

En Sudamérica más del 80% de las víctimas de trata en esta región son mujeres, y la mayoría son traficadas para explotarlas sexualmente. Dentro de esta región Colombia, Paraguay y Venezuela son los países que muestran índices más altos de trata de personas con fines de explotación sexual, según informes de la UNODC. (Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito).

En África Subsahariana, de 3.521 personas detectadas como víctimas de 22 países se hallo que el 31% (2016) son explotadas sexualmente. En lo respecta a Europa, del oeste y suroeste, con una muestra de 2.419 (2016) víctimas identificadas, se muestra que el 72% son mujeres, el 18% niñas, el 7% hombres, y el 3% niños.

Fuentes

 

 

 

 

 

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