Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, el continente europeo está experimentando la llegada masiva de refugiados y migrantes que vienen huyendo de los continuos conflictos armados que se están desarrollando en países como Siria, país de procedencia de casi la mitad de las personas que consiguen llegar a las costas de Europa.
El largo viaje hasta los países de destino empieza por Turquía, desde donde emprenden un peligroso viaje por mar hasta Grecia. Luego se abren camino a través de la ex República Yugoslava de Macedonia, Serbia, Croacia, Eslovenia y Austria desde donde partirán para llegar a sus destinos finales, Alemania y Suecia.
Es un viaje muy peligroso en el que los refugiados y migrantes a menudo se encuentran expuestos a la extorsión y la explotación a lo largo del camino, incluyendo altos niveles de violencia representada de múltiples formas, entre ellas la violencia de género.
Los perfiles de las víctimas y por tanto de las personas que se encuentran entre las que son especialmente vulnerables a sufrir una situación de riesgo y que requieren una respuesta coordinada y eficaz de protección son los de siempre, mujer soltera que viaja sola o con niños, mujeres embarazadas y lactantes, niñas adolescentes, niños no acompañados, personas con discapacidad, y hombres y mujeres de edad avanzada.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y la Comisión de Mujeres Refugiadas (WRC) han llevado a cabo una evaluación conjunta en el terreno de los riesgos enfrentados por las mujeres y niñas refugiadas y migrantes que nos presentan en el informe “INITIAL ASSESSMENT REPORT: Protection Risks for Women and Girls in the European Refugee and Migrant Crisis”.
En el nos relatan la historia que están viviendo muchas mujeres y niñas refugiadas y migrantes las cuales han sido expuestas a varias formas de violencia sexual y de género, ya sea en sus países de origen, de primer asilo, o a lo largo de la travesía hacia y en Europa. Algunas de las mujeres entrevistadas por la misión describieron haber sido forzadas a tener sexo transaccional para “pagar” por documentos de viaje o por su trayecto. Algunas mujeres y niñas están tan reticentes a retrasar su travesía y la de sus familias que se rehúsan a denunciar los crímenes de violencia sexual y de género o a buscar atención médica.
Este informe lo que pretende es denunciar que la respuesta actual de gobiernos, actores humanitarios, instituciones de la UE, agencias, y organizaciones de la sociedad civil es inadecuada y falla en prevenir y responder al peligro, explotación y múltiples formas de la violencia sexual y de género que mujeres y niñas enfrentan a través de Europa. A pesar de los intentos del ACNUR y sus socios por asegurar instalaciones de recepción y albergues bien iluminados y segregados por género, muchos carecen de instalaciones privadas con agua potable, saneamiento, y salud, así como de dormitorios para mujeres y niños, exponiéndolas potencialmente a riesgos de violencia sexual y de género.
En el informe también podemos encontrar algunas recomendaciones desde estas organizaciones para los gobiernos y agencias de la UE.
Para más información: Refugee women on the move in Europe are at risk, says UN