Hoy, 30 de marzo, es el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar. Desde el Observatorio de Violencia, nos sumamos a la campaña del Observatorio de Igualdad y Empleo de Fundación Mujeres, para visibilizar y dignificar esta labor.
Su proclamación fue realizada en 1988 en el Congreso de Trabajadoras del Hogar celebrado en Bogotá, Colombia. El objetivo de conmemorar este día es visibilizar las discriminaciones que sufren las personas trabajadoras del hogar, que en su gran mayoría son mujeres, y la falta de legislación que las pudiera amparar a ellas y a sus derechos como personas trabajadoras.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), existen alrededor de 67 millones de personas trabajadoras domésticas en el mundo, una cifra que no incluye menores, y la cual sigue aumentando todos los años. Del total de personas trabajadoras, se estima que el 80% del total son mujeres.
El trabajo doméstico constituye una gran parte del empleo informal, reciben salarios bajos, tienen jornadas de trabajo largas y sus descansos no son asegurados. Pueden tener impedimentos de libre movimiento y se exponen a abusos físicos, mentales y sexuales, y a discriminaciones por sexo y raza.
En España, el número de empleadas del hogar y de cuidados se sitúa en más de 630.000 trabajadoras. Asimismo, cabe destacar que el 50% de quienes trabajan lo hacen en régimen externo y el 98% de las internas se dedican al cuidado de personas mayores en situación de dependencia. Con las instituciones educativas cerradas y con los cuidados de personas potencialmente contagiadas, su contexto laboral ha empeorado, con jornadas más largas y limitaciones de poder disfrutar sus días libres, sin recibir pagos por trabajar horas extras. El coronavirus está agravando una situación laboral que ya se desenvuelve en condiciones precarias para muchas trabajadoras.
Algunos testimonios narran situaciones en las que a las condiciones laborales se suman abusos como los siguientes “Latifa sigue encerrada en casa de la anciana para la que trabaja. Le ha quitado su llave y le ha prohibido salir incluso en sus días libres, eso sí, sin pagarle las horas extras y sin darle opción”: es el testimonio de una interna puesto en la boca de su amiga Inés, que como está en paro, se queda en casa. «Mi jefe ha dado positivo y no entiende que yo no quiera seguir trabajando en su casa: ¿tengo derecho?», pregunta Eunisis.
Asociaciones como la Asociación Servicio Doméstico Activo (Sedoac) han publicado en sus redes sociales diferentes consejos para protegerse durante este periodo y consejos también para las personas empleadoras que facilite la protección de sus trabajadoras.
Asimismo, se está convocando en redes sociales una cacerolada/aplausos para visibilizar a las trabajadoras del hogar y cuidados, las trabajadoras de residencias, las limpiadoras, entre otras, y a la gran labor que están realizado. Desde el Observatorio de Igualdad y Empleo queremos unirnos a ese reconocimiento de las trabajadoras del hogar y de los cuidados, y a reinvindicar sus derechos como personas trabajadoras.
Por está razón, nos unimos al hashtag #AplausoCuidadoras. Nuestros aplausos el 30 de marzo y todos los días también van por vosotras
Para más información consulta los siguientes enlaces:
- Observatorio Igualdad y Empleo
- Trabajadoras del hogar: sostienen la vida, pero no son inmunes al coronavirus ni a la pobreza
- Tribuna feminista: empleadas de hogar y de cuidados: ¿importa su situación laboral en esta crisis?