El pasado 28 de diciembre se cumplieron 15 años de la Ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, que tiene como finalidad prevenir, sancionar y erradicar la violencia machista en el territorio español, brindando también asistencia a las mujeres y a los y las menores víctimas.
Según datos oficiales del Poder Judicial, la violencia sobre la mujer en base a las denuncias realizadas durante el tercer trimestre de 2019 ha alcanzado un total de 48.398 delitos, entre los que se encuentran desde lesiones y malos tratos, atentados contra la libertad, el honor o indemnidad sexual hasta homicidios.
Si tras 15 años todavía se registran tal cantidad de denuncias, ¿está realmente funcionando el protocolo?. Se solicitaron casi 11.000 órdenes de protección y medidas de seguridad para víctimas, de las cuales casi 3.000 fueron denegadas. Y del total de sentencias dictadas en este el ámbito durante el período julio-septiembre de 2019, un 25% fueron absolutorias.
A la vez, se registraron 40.718 casos de mujeres víctimas de violencia de género en el tercer trimestre de 2018, y 43.349 en el mismo período de 2019, es decir, en un año, aumentaron un 6,46% los casos de violencia machista.
En principio, la ley se aplica únicamente en casos de violencia machista ejercida por parejas o exparejas, excluyendo el resto de las agresiones y feminicidios. Es decir, sigue sin reconocer como violencia la ejercida contra la mujer por el simple hecho de serlo. Más de mil mujeres que no mantenían relación sentimental alguna con su agresor han sido asesinadas en España desde el 2003 y ninguno de estos casos es reconocido como violencia de género según la ley ya mencionada. A la vez, las víctimas de agresiones sexuales, como el ya famoso caso de «La Manada» quedan todavía también al margen de la normativa, aunque se ha emitido un comunicado reciente con instrucciones que «obliga a considerar oficialmente a las víctimas de agresiones sexuales o cualquier otra forma de violencia contra la mujer como víctimas de violencia machista, con todas las consecuencias legales que eso conlleva«. Queda aguardar a ver de qué manera se aplica y con qué resultados.
En conclusión, evidentemente no se está logrando erradicar o al menos disminuir los casos de violencia contra la mujer en el territorio español, por lo que podríamos establecer que son varias las fallas en la aplicación de esta ley, aún 15 años después de sancionada.
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