Este artículo forma parte de la campaña de activismo que se lleva a cabo con motivo del día 28 de mayo, Día Internacional de la Acción por la Salud de las Mujeres, en el marco del “Programa para Educar en Igualdad y Prevenir la Violencia de Género. Hacia un voluntariado por el Buen Trato” de Fundación Mujeres, con la financiación del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de las Subvenciones del 0,7 a actividades de interés social.
Por Tori Pollak – Voluntaria de Fundación Mujeres
Con motivo de este #28M, el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, queremos hablar de la problemática que suponen los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), es decir, aquellos trastornos psicológicos que están relacionados con la conducta alimentaria. Las personas afectadas tienen una fuerte preocupación en relación al peso, la imagen corporal y la alimentación. Los más comunes son la anorexia y la bulimia, pero también hay otros TCA como el trastorno por atracón y la pica (el consumo persistente de sustancias no nutritivas durante un período de por lo menos un mes durante la infancia o la niñez). Los TCA son peligrosos para la salud física y mental y, en casos extremos, pueden provocar la muerte.
Los TCA son un gran problema en España, específicamente para las mujeres: 9 de cada 10 casos de TCA son mujeres. Según la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), entre el 4,1 y el 6,4% de las mujeres entre 12 y 21 años sufren de TCA, en comparación al 0,3% de hombres de la misma edad. De todos los casos en España, el 94% de las personas afectadas son mujeres de 12 a 36 años. Se estima que el 21% de las mujeres universitarias está en riesgo de sufrir un TCA.
Desafortunadamente, ha descendido la edad en la que comienzan los TCA. Algunas niñas y niños empiezan sus TCA a los ocho o nueve años. Según la psicóloga Carmen Angosto, el perfil más típico de una persona con TCA es “(una) chica de 15 años, de clase social media-alta, con un buen rendimiento académico”.
En algunos casos, es imposible ver las consecuencias del TCA desde el exterior. Los efectos de TCA son graves, tanto físicos como psicológicos. Además, en unas entrevistas publicadas en El País, algunas mujeres manifiestan que la pandemia de COVID-19 ha afectado sus procesos de recuperación, y la cuarentena empeoró su progreso.
Por último, las mujeres que sufren de TCA necesitan ayuda psicológica. El derecho a buena salud mental es un derecho humano, y es necesario asegurar que las mujeres tienen los recursos para recuperarse.
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