La despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo no evita que las mujeres sean víctimas de algunas manifestaciones de violencia. Es decir, aunque la despenalización del aborto es un gran avance en materia de violencia contra las mujeres en aquellas sociedades que así lo regulan, pueden seguir produciéndose distintas formas de violencia hacia las mujeres.
En España, por ejemplo, donde el aborto está permitido en las primeras 14 semanas del embarazo de forma libre, así como bajo determinados supuestos después de estas 14 semanas, y donde está en marcha un Proyecto de Ley Orgánica por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo, que ya ha sido aprobado por el Consejo de Ministras y Ministros, se han producido situaciones de acoso en las puertas de las clínicas donde las mujeres acudían a interrumpir su embarazo de forma voluntaria, siendo víctimas de coacción, intimidación y hostigamiento. Afortunadamente, en abril de este año entró en vigor una reforma del Código Penal que penaliza el acoso frente a las clínicas IVE, como ya contamos en este artículo. El mencionado Proyecto de Ley Orgánica también regulará la objeción de conciencia, que genera que las mujeres tengan que acudir a clínicas privadas a abortar y que tengan que desplazarse en muchas ocasiones a otros territorios del país para poder llevarlo a cabo.
Además, recientemente ha salido a la luz la noticia de que el Gobierno de Hungría ha aprobado un decreto que obliga a las mujeres que quieran interrumpir de forma voluntaria el embarazo a escuchar antes el latido del corazón del feto. Para ello, desde el 15 de septiembre de este año, se establece la obligación de que en el formulario de solicitud de aborto conste la garantía del ginecólogo/a de que ha mostrado a la mujer una “clara identificación de los signos vitales del feto”.
Por último, también es importante señalar que las mujeres que acuden a un hospital o una clínica a interrumpir su embarazo pueden sufrir violencia obstétrica. Según indica el documento «Violencia obstétrica y aborto: Ideas sobre autodefensa para mujeres que han decidido abortar» los episodios de violencia obstétrica más comunes durante la atención de un aborto son:
- Dar información falsa respecto al aborto (sobreestimar los riesgos del aborto, especialmente del autoinducido, decir que pueden saber si la mujer tomó pastillas para abortar)
- Amenazar con reportar el aborto a la policía
- Negar o retrasar la atención de un aborto legal o una emergencia médica
- Colocar dispositivos anticonceptivos sin el consentimiento de la mujer
- Realizar procedimientos no indicados por razones médicas y/o sin un adecuado manejo del dolor (por ejemplo, realizar legrados innecesarios y sin anestesia)
Si quieres saber más sobre violencia obstétrica, también puedes leer este artículo del Observatorio de Violencia, realizado en el marco del día 28 de mayo, Día Internacional de la Acción por la Salud de las Mujeres.
Para más información, consulta los siguientes enlaces:
Este artículo forma parte de la campaña de activismo que se lleva a cabo con motivo del día 28 de septiembre, Día de Acción Global por el Aborto Legal, Seguro y Accesible, en el marco del “Programa para Educar en Igualdad y Prevenir la Violencia de Género. Hacia un voluntariado por el Buen Trato” de Fundación Mujeres, con la financiación del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de las Subvenciones del 0,7 a actividades de interés social.