Porque #SomosMujeres, este viernes 8 de marzo conmemoramos el Día Internacional de las Mujeres. Desde que en 1975 las Naciones Unidas reconociera esta fecha de manera oficial, el 8 de marzo se ha convertido en un espacio de reivindicación y lucha por los derechos de las mujeres.
Este día se originó a raíz de las luchas sociales de las mujeres a principios del Siglo XX. En EEUU las trabajadoras del textil reivindicaban mejores condiciones laborales e igual salario que el de sus compañeros. Mientras, en Europa exigían la ocupación de cargos públicos, el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
Más de 100 años después contamos con referentes femeninas como la activista Velmariri Bambari, que trabaja en una remota región de Indonesia, defendiendo a víctimas de violencia sexual en Sulawesi Central. En Rusia, mujeres como la periodista Taisia Bekbulatova, fundó un periódico independiente donde publica información sobre la desigualdad, la violencia y los derechos de las mujeres. Y gracias a las denuncias de la activista estadounidense Tarana Burke, comenzó el movimiento #MeToo, que puso en evidencia el acoso y la cosificación de las mujeres en todos los ámbitos de la vida.
Estas mujeres, y muchas otras, luchan cada día por una sociedad más justa e igualitaria para todas, donde no exista discriminación por razones de sexo. Un mundo en el que la violencia contra las mujeres sea ya historia remota. No obstante, lo cierto es que las reivindicaciones de nuestras compañeras del siglo pasado no están obsoletas.
No podemos dejar pasar que pese a ser el 52% de la población mundial, nosotras solo copamos el 26,5% de los escaños parlamentarios a nivel mundial (ONU). Que, en España, de los puestos decisorios de las grandes empresas, las mujeres están presentes nada más que en el 21% (ICEX). Por no hablar de que, aunque las mujeres leamos y creamos más literatura que los hombres, nuestras publicaciones son nada más que el 36% de las totales.
Es evidente que la igualdad social está aún muy lejos de conseguirse y que las mujeres seguimos provocando incomodidad en las estructuras de poder dentro del sistema patriarcal. Es por ello que la lucha colectiva del feminismo junto con la colaboración de las instituciones sigue siendo necesaria para toda la ciudadanía, porque, según Naciones Unidas, al ritmo actual tardaremos:
- 300 años en acabar con el matrimonio infantil
- 286 años en eliminar las leyes que nos discriminan
- 140 años en ocupar puestos de poder en igualdad con los hombres
- 47 años en alcanzar la paridad en los parlamentos nacionales
Esta actividad forma parte de la campaña de activismo que se lleva a cabo con motivo del día 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, en el marco del “Programa para Educar en Igualdad y Prevenir la Violencia de Género. Hacia un voluntariado por el Buen Trato” de Fundación Mujeres, con la financiación del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.