Campaña 8M «Las Mujeres paran en Centroamérica»

Por Ana Carrión Jiménez– Equipo de trabajo del Observatorio de Violencia

Este artículo forma parte de la campaña de activismo que se va a llevar a cabo con motivo del día 8 de marzo, en el marco del proyecto “Banco de Buenas Prácticas para la prevención de la Violencia de Género y Educar en Igualdad, hacia un voluntariado 2.0 por el Buen Trato”, realizado con la financiación del I.R.P.F “OTROS FINES DE INTERÉS SOCIAL”.

En Centroamérica las mujeres reclaman: «Si nuestra vida no vale, produzcan sin nosotras».

Según contabilizó el Observatorio de Igualdad de Género CEPAL en 2016 un total de 1.831 mujeres de 16 países de la región (13 de América Latina y 3 del Caribe) fueron víctimas de feminicidio. El Salvador es el país que actualmente presenta la mayor tasa de feminicidios con 371 muertes en el año 2016. En América Latina y el Caribe se encuentran 14 de los 25 países del mundo con las tasas más elevadas de femicidios.

Los Estados no elaboran estadísticas completas y confiables que nos permitan tener dimensión del problema pero tenemos la certeza de que el número de femicidios está en ascenso.

El pasado 8M Día Internacional de las Mujeres, organizaciones integrantes de la Coordinadora 8 de Marzo hicieron un llamado a la sociedad a «seguir luchando para que se respeten nuestros derecho y tengamos mejores condiciones de vida». Insisten en que es fundamental recuperar  y mantener la indignación frente a los femicidios y hechos de violencia contra mujeres, niñas y adolescentes.

Diferentes colectivos como “Todas contra la Violencia” que están llevando a cabo diferentes campañas y encuentros en Quetzaltenango (Guatemala), pese al contexto que atraviesan cada día, comienzan a dar pasos para organizarse, crecer y hacerle frente a los retos que supone alcanzar los derechos de las mujeres. Piden  asumir compromisos como sociedad para transformar esas prácticas, costumbres y formas de relacionamiento que reproducen las diferentes formas de violencia. Este día, Guatemala recordó especialmente a las 56 niñas que fueron quemadas el pasado año en la misma fecha por el doloroso incendio en el «Hogar seguro» de la Ciudad de Guatemalaque.

 

El aborto, uno de los reclamos históricos del movimiento de mujeres en Centroamérica, fue una de las reivindicaciones centrales del 8M. El 95% de los abortos en Latinoamérica y el Caribe son clandestinos e inseguros debido a las leyes restrictivas para interrumpir aquellos embarazos que no son deseados o son productos de violaciones.

 

Mujeres salvadoreñas convocadas de manera autónoma y autogestiva en el movimiento Ni Una Menos El Salvador, se manifestaron para reclamar el derecho al aborto libre y para que no se obligue a ninguna persona a una maternidad forzada. “El Salvador está entre los países más peligrosos del mundo para las mujeres” basada según un informe de Amnistía Internacional.

Desde El Salvador, colectivos como la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto están continuamente defendiendo  legalmente a las mujeres que han sido condenadas o están siendo acusadas por abortos. Ellas también pusieron en evidencia todas las violaciones a los derechos humanos a las que se enfrentan las mujeres en estos países, sobre todo las que se encuentran en la cárcel recibiendo tratos crueles, inhumanos y degradantes y que no han tenido acceso a la justicia como un principio básico de democracia.

 

 

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