En la actualidad hay un replanteamiento sobre cómo educar para conseguir sociedades más igualitarias entre mujeres y hombres. La Agencia Vasca de Cooperación ha apostado por esta forma de trabajar incluyendo en sus programas parámetros feministas, en los que se tiene en cuenta todo el sistema reproductivo, el de cuidado y mantenimiento de la vida. Algunos de esos parámetros son el ecofeminismo, el Buen Vivir, la cuidadanía, los derechos humanos, la economía feminista, entre otras.
Hasta hace no mucho el cuidado y mantenimiento de la vida era un espacio al que no se le había dado importancia, tratando de generar políticas dirigidas a la empleabilidad de las mujeres, siendo un aspecto positivo, la inclusión de las mujeres en el mercado laboral y en mejores condiciones de lo que habían estado con anterioridad. Además, ha comenzado a plantearse la situación laboral de los empleos feminizados que responden a empleos del área de cuidados y limpieza. Como aspecto negativo ha tenido que se ha olvidado toda la esfera reproductiva que es una esfera imprescindible que para el mantenimiento de la vida.
Esto con el paso del tiempo ha ocasionado varios retos a resolver:
- Crisis de cuidados. Que las mujeres no renuncien al trabajo remunerado por quedarse en la esfera reproductiva y/o mantenimiento de la vida, ha ocasionado que se contrate a personas, en su mayoría mujeres para realizar las tareas que corresponden a esa esfera de la vida, generando una situación de crisis de cuidados en esas otras mujeres que tienen que hacer en su mayoría dobles jornadas, una remunerada económicamente y otra no.
- Dobles jornadas, que recaen mayoritariamente en las mujeres, afectando de manera directa a la salud de las mujeres.
Trabajar desde parámetros feministas que contemplen que esa esfera existe y que es necesario tenerlos en cuenta para hacer vidas sostenibles.
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