El pasado 19 de diciembre la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género publicaba el estudio “Mujeres mayores de 65 años víctimas de violencia de género”, promovido, impulsado, financiado y supervisado por la misma en cumplimiento de las medidas establecidas en el Pacto de Estado en Materia de Violencia de Género y concretamente la que indica que se deben “realizar estudios sobre la situación de las mujeres mayores de 65 años que sufren violencia de género y preparar recursos adaptados a ellas”
El estudio, realizado por Cruz Roja Española con apoyo de la Universidad Carlos III de Madrid, tiene como principal objetivo analizar la situación de las mujeres mayores de 65 años víctimas de violencia de género, evaluando los factores que determinan su especial vulnerabilidad, con el fin de aportar información que permita diseñar medidas y actuaciones que contribuyan a la detección de los casos y faciliten el acceso de las víctimas a recursos especializados. Las mujeres mayores experimentan la discriminación de género en mayor medida que las mujeres jóvenes, y la discriminación por edad en mayor medida que los hombres mayores. Esta doble discriminación está en la base de la invisibilidad de la violencia de género contra las mujeres mayores.
CONCLUSIONES MÁS RELEVANTES DEL ESTUDIO
1. La larga trayectoria de violencia es una de las características definitorias de la violencia de género en las mujeres mayores de 65 años que participan en el estudio: el 40% ha sufrido violencia durante más de 40 años y el 27% ha estado sufriendo violencia a lo largo de entre 20 y 30 años.
2. Los diferentes tipos de violencia de género analizados (física, sexual, económica, psicológica) presentan porcentajes altos de prevalencia entre las mujeres entrevistadas.
3. Distintos acontecimientos vitales (matrimonio, embarazo, nacimiento de hijos o hijas, separación, jubilación, papel de la mujer como cuidadora del maltratador, situación del maltratador como cuidador de la mujer) actúan como catalizadores que potencian, aceleran y agravan la escalada de la violencia.
4. Percepción de riesgo elevado. Casi la mitad de las mujeres entrevistadas (46%) consideran que el riesgo de que el maltratador cometa una nueva agresión es alto o muy alto.
5. Se constata la ausencia de una clara asociación de la violencia de género con cualquier perfil esperable desde el punto de vista sociodemográfico o económico.
RESULTADOS PRINCIPALES
1- Características sociodemográficas de las mujeres entrevistadas
El 98% de las mujeres mayores de 65 años atendidas por el Servicio ATENPRO que han participado en el estudio, tienen nacionalidad española. Su nivel de estudios es mediobajo (el 9% nunca han estado escolarizadas y el 61% han realizado estudios primarios) y la mayoría de las mujeres entrevistadas están divorciadas (52%) o separadas (27%). El 97% tienen hijos o hijas. El 67,6% viven solas. El 70% han vivido 21 años o más en el mismo lugar. El
60% residen en una ciudad pequeña, municipio rural o aldea aislada; el 27% en una ciudad mediana o en un entorno periurbano y el 13%, en una ciudad de más de 500.000 habitantes. Casi la mitad de los hogares a los que pertenecen las mujeres que han participado en el estudio se encuentran en situación de privación material severa (47%). El dato para las mujeres mayores de 65 años en la población general es del 3,5%.
2- Violencia sufrida
La violencia de género muestra una larga trayectoria en una parte importante de las mujeres entrevistadas: el 40% ha sufrido violencia durante más de 40 años y el 27% ha estado sufriendo este tipo de violencia entre 20 y 30 años. En cuanto a la relación entre la violencia y determinados acontecimientos vitales, el 78% asocian episodios violentos con el matrimonio, el 30% con el noviazgo y el mismo porcentaje con el nacimiento de los hijos e
hijas.
Violencia física: el 78% de las mujeres entrevistadas manifiestan que, a lo largo de su vida, el maltratador les ha propinado empujones, y/o las ha sujetado o tirado del pelo. Un 75% dicen que han sido abofeteadas o que les han arrojado algo para hacerles daño. El 63% señalan que han sido golpeadas con el puño o con algún objeto. El 50% refieren haber recibido patadas, o haber sido arrastradas por el suelo.
Violencia sexual: el 56% de las mujeres entrevistadas afirman haber mantenido relaciones sexuales contra su voluntad, porque tenían miedo de lo que el maltratador les podría hacer si se negaban. El 30% han referido verse obligadas a realizar prácticas sexuales que les resultaban degradantes o humillantes.
Violencia económica: seis de cada diez señalaron que el maltratador les impedía tomar decisiones relacionadas con la economía familiar y/o realizar compras de forma independiente, el 55% indicaron que no recibían dinero para los gastos del hogar, el 41% dijo que él se apropiaba de su dinero y el 34% que no la dejaba trabajar o estudiar fuera del hogar.
Violencia psicológica: casi 8 mujeres de cada diez manifestaron que el maltratador las ignoraba y las trataba con indiferencia de forma frecuente, que insistía en saber dónde estaban en cada momento y que intentaba impedirles que viesen a sus amigos o amigas, o que se relacionasen con su familia. El miedo es una emoción mayoritariamente presente entre las mujeres encuestadas (98%). El 53% manifiestan tener miedo “siempre y constantemente”, en tanto que un 16% lo experimentan “de vez en cuando”.
3- Violencia de género e hijos: el 70% de las mujeres señala que sus hijos e hijas han presenciado algunas de las agresiones sufridas, y tres de cada diez indican que también fueron víctimas de agresiones, insultos, menosprecios e intimidaciones.
4- Las razones por las que las mujeres entrevistadas refieren haber permanecido en la relación de pareja con el maltratador son diversas: el 35% admitieron haber tenido miedo a que las mataran y el 13% señala que no se admitían denuncias por este motivo. Un 32% manifiesta que lo hizo por sus hijos e hijas.
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