Desde Amnistía Internacional, Women’s Link Worldwide y la Federación Internacional de Planificación de la Familia (IPPF), han elaborado una hoja de ruta con directrices específicas para promover y facilitar que los gobiernos y poderes públicos, a nivel nacional, regiional y local, y las organizaciones de Europa, las Américas y África subsahariana -teniendo en cuenta las particularidades de cada caso- tomen las medidas necesarias para proteger los derechos de las mujeres y las niñas, quienes experimentan en mayor medida y de forma más negativa la la actual crisis derivada de la pandemia de COVID-19.
Américas
“Las mujeres y niñas de las Américas ya enfrentaban los peores índices de violencia de género, sexual y doméstica en el mundo y ahora, en el contexto del COVID-19, su bienestar es aún más amenazado. Nuestros gobiernos deben actuar de manera urgente para evitar que la violencia de género aumente durante esta crisis, y luego erradicarla para siempre”. Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
Desde las tres organizaciones señalan la especial vulnerabilidad de las mujeres y niñas de esta región en el ámbito de la salud sexual y reproductiva, la dificultad en el acceso, y la importancia de no encontrar en esta crisis una excusa para abandonar el abordaje de esta problemática, priorizando los servicios especializados en salud sexual y reproductiva como servicios sanitarios esenciales.
El informe recoge los siguientes apartados:
1. Sobre el derecho a vivir libres de violencias, tortura y otros malos tratos por razón de género.
2. Sobre el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, productos y servicios
3. Sobre el acceso a la justicia.
4. Mujeres y niñas en el contexto de migración y movilidad humana.
África subsahariana
“La actual pandemia de COVID-19 ha exacerbado la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas. Su salud y su bienestar se ven afectadas negativamente no sólo por la interrupción de servicios esenciales de salud sexual y reproductiva como el asesoramiento sobre métodos anticonceptivos, salud materna y neonatal, violencia de género y pruebas y tratamientos para el VIH y las infecciones de transmisión sexual, sino que también sus medios de vida e incluso sus vidas están en peligro cuando los delitos sexuales se invisibilizan y permanecen sin castigo”.
Marie-Evelyne Petrus-Barry, directora regional para África de IPPF.
Se destaca que la implementación de medidas como toques de queda o confinamiento puede desembocar en brutalidad y violencia policiales que plantean el riesgo de que las mujeres y las niñas sean objeto de violencia sexual. En este sentido, otra de las preocupaciones más acuciantes radica en los embarazos adolescentes.
También se hace hincapié en la necesidad de proteger a las mujeres migrantes y refugiadas, ya que África alberga 4 de los 6 mayores campos de personas refugiadas a nivel mundial, y más de 25 millones de personas desplazadas internamente.
A los apartados descritos en el informe de las Américas, en este caso incluye un quinto sobre mujeres y economía informal.
Europa
En el contexto europeo se destaca el aumento del riesgo para las mujeres de sufrir violencia dentro de sus hogares, por parte de sus parejas u otros familiares, como resultado de las medidas de confinamiento y aislamiento social, así como las deficiencias de las respuestas implementadas, pese a las medidas adoptadas por algunos países. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las llamadas de emergencia han aumentado hasta un 60% en comparación con el último año en muchos países de Europa.
“Restringir servicios esenciales es poner en peligro la vida, la salud y el bienestar de cientos de miles de mujeres. Los países que anteponen la atención han tomado medidas para proteger la seguridad y la libertad de las mujeres y las niñas. Esto se puede hacer; no hay excusas para abandonar a su suerte a las mujeres y niñas”.
Caroline Hickson, directora regional de la Red Europea de la IPPF
Se destacan por otro lados las secuelas económicas de la crisis en los sectores más feminizados, y en aquellas mujeres que ya se encuentran en situaciones de vulnerabilidad con factores de discriminación múltiples e interrelacionados
La pandemia es una crisis sin precedentes con graves consecuencias de derechos humanos para las mujeres y las niñas. Paradójicamente, estos tiempos sombríos nos brindan la oportunidad de hacer más para superar la discriminación y la desigualdad”
Marie Struthers, directora regional para Europa de Amnistía Internacional.
Para más información consulta los siguientes enlaces:
Amnistía Internacional: Américas
Amnistía Internacional: África subsahariana
Amnistía Internacional: Europa