SEDRA -FPFE, con el apoyo del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, ha realizado recientemente un estudio con el objetivo de conocer el impacto que tiene la pornografía en la sexualidad y las vivencias de la población juvenil de Castilla-La Mancha. En él, han participado 500 jóvenes de entre 14 y 19 años residentes en dicha Comunidad Autónoma que se encuentran estudiando en ocho centros educativos de la región. Para su realización se ha combinado la realización de cuestionarios y de grupos de discusión, centrándose en tres dimensiones: el propio cuerpo y la autoestima; los deseos y prácticas eróticas; y los roles de género.
Entre sus resultados más relevantes, se encuentra la motivación principal para el consumo de pornografía está relacionada con el aprendizaje sobre la sexualidad (89,2%), mientras que la opción de «me excita» representa el menor porcentaje de las motivaciones para su consumo.
Otro dato destacable es que el 37,4% y el 10,4% de las personas encuestadas están en desacuerdo y muy en desacuerdo (respectivamente) con que la pornografía tenga influencia en sus actitudes y vivencias eróticas, lo cual indica que casi la mitad de las personas encuestadas consideran que la pornografía no tiene ningún efecto en sus experiencias sexuales. Sin embargo, y como apuntan desde SEDRA-FPFE, lo relatado en los grupos de discusión muestra todo lo contrario. Por ejemplo, en la dimensión Cuerpo y autoestima, una mujer de 17 años comenta que «influye porque te hace pensar cómo debería ser tu cuerpo, compararte, buscar alguien así y te baja la autoestima». En lo relativo a Deseos y prácticas, un hombre de 16 años señala: «hacemos lo que vemos porque no tenemos ningún otro método de aprendizaje». Por último, en cuanto a la dimensión que estudia los Roles de género, un hombre de 17 años apunta que «el porno quiere transmitir que se prioriza el placer del hombre al de la mujer. Y claro que al principio te ajustas a eso».
A la vista de los datos, SEDRA-FPFE concluye que las personas jóvenes de Castilla-La Mancha conocen lo que es la pornografía y reconocen que esta es un modelo influyente a la hora de mantener relaciones sexuales. Concretamente, advierten, la pornografía establece normas que pueden entenderse como que eso es lo habitual y lo deseable y también constituye un mandato sobre cómo han de ser las relaciones eróticas. Por ello, la recomendación de la entidad es, de nuevo, la educación sexual, para garantizar que la pornografía «no sea la primera vía de acceso al conocimiento de la sexualidad».
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