El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha elaborado la Guía ¡S.O.S. por las mujeres y niñas con discapacidad! con directrices para prestar una asistencia adecuada en situaciones de conflictos armados y emergencias humanitarias, que podéis descargar en este enlace.
A partir de testimonios de vida de algunas mujeres con discapacidad ucranianas y de relatos de madres de hijos e hijas con discapacidad forzadas a huir de sus territorios por los efectos del conflicto armado, así como de la experiencia de organizaciones de países fronterizos implicados en la ayuda humanitaria para personas con discapacidad se crea esta guía bajo el principio ‘Nada para nosotras sin nosotras‘.
¿Cómo actuar para acoger en clave de inclusión a las mujeres y niñas con discapacidad en situación de protección internacional?
La guía ofrece una lista de recomendaciones para atender a mujeres y niñas con discapacidad desplazadas, refugiadas y/o solicitantes de asilo en las siguientes nueve esferas:
- Identidad personal
- Facilitar con carácter de extrema urgencia la obtención independiente de documentos oficiales de identidad personal, sin exigirles que obtengan el permiso de un cónyuge masculino o de la persona que en la práctica ejerza su tutela.
- Derecho a tomar las propias decisiones
- Asegurar la consulta individual, privada y efectiva sobre todas las cuestiones que les afecten, cualquiera que sea la discapacidad, la edad o la circunstancia vital, con garantías suficientes para impedir los abusos y respetar su voluntad y preferencias, evitando que existan conflictos de intereses e influencia indebida de familiares o profesionales.
- Protección contra la violencia
- Proporcionar en los centros de refugiados/as y asentamientos transitorios en terceros países recursos jurídicos y servicios de apoyo accesibles y gratuitos para las víctimas de violencia de género contra la mujer y de abusos contra ellas.
- Protección contra la trata y la explotación sexual
- Detectar, ayudar y proteger a las víctimas de trata y explotación sexual, impidiendo su revictimización -prohibiendo incluso el retorno forzoso- y garantizando su acceso efectivo a la justicia y el castigo de los autores.
- Derecho a vivir de forma independiente y a ser incluida en la comunidad
- Asegurar la consulta individual, privada y efectiva sobre dónde, cómo y con quién quieren vivir, así como para cualquier otra cuestión que les afecte, en el idioma de origen de la mujer o niña o mediante cualquier forma de comunicación accesible de su elección.
- Educación y formación
- Velar por que los planes de estudio, el material didáctico y las estrategias pedagógicas se adapten a las necesidades específicas de las personas con discapacidad.
- Empleo
- Ofrecer una respuesta individualizada para la formación profesional de calidad, prácticas profesionales remuneradas y acceso al mercado laboral.
- Protección social y empoderamiento económico
- Tomar medidas concretas para reducir la pobreza y la precariedad, facilitando de forma inmediata el certificado de discapacidad para que se puedan beneficiar de las prestaciones del país destino.
- Respeto del hogar y la familia
- Reconocer el derecho en la teoría y en la práctica de todas las mujeres con discapacidad a casarse o establecer uniones de hecho, así como fundar una familia sobre la base del consentimiento libre y pleno de los futuros cónyuges.
En definitiva, se debe hacer de los servicios especializados de ayuda y atención a mujeres desplazadas, refugiadas o solicitantes de asilo unos espacios accesibles e inclusivos para todas las personas.
Para más información consulta los siguientes enlaces: