Con motivo del día 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, Fundación Mujeres lanza la campaña de activismo que pretende dar visibilidad a las violencias más sutiles o que se encuentran #BajoLaSuperficie del Iceberg.
En este sentido, dentro de las formas sutiles que perpetúan la violencia de género, encontramos que las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en el mercado laboral:
- En los sectores CTIM (disciplinas académicas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), el mayor porcentaje de los estudiantes son hombres.
- Como promedio, la brecha laboral media de género es del 11,6 % en la UE y aumenta con el número de hijos en la unidad familiar.
- La sobrerrepresentación de las mujeres en el trabajo a tiempo parcial no solo afecta a su participación en el mercado laboral, sino también al riesgo de pobreza y exclusión social. Las tasas de empleo a tiempo parcial de las mujeres también aumentan a la par que el número de hijos. Mujeres afirman que la principal razón para no buscar empleo es «cuidar a los hijos o a adultos incapacitados», situación que solo afecta al 4 % de los varones.
- El salario de las mujeres es como promedio un 16,1 % inferior al de los hombres en la UE, lo que significa que una mujer tardaría aproximadamente 40 días por año (o hasta finales de febrero) en ganar lo que un hombre ya habría ganado al terminar el año anterior.
- Aunque es cierto que la presencia de las mujeres se ha extendido a prácticamente todas las profesiones, en algunas su presencia es todavía muy pequeña.
- Segregación del mercado de trabajo. Se observa una fuerte segregación tanto vertical (pocas mujeres en los niveles jerárquicos superiores), como horizontal (feminización de algunos sectores productivos que precisamente son aquellos que están relacionados con las actividades tradicionalmente desempeñadas por las mujeres). Esto supone la existencia de un techo de cristal que les impide acceder a los puestos de mayor poder.
- La violencia en el trabajo puede adoptar distintas formas. Puede tratarse de agresiones físicas o de amenazas, o de violencia psicológica, manifestándose a través de intimidación, hostigamiento o acoso basados en distintos motivos, entre ellos el género. El acoso sexual, el problema que más comúnmente afecta a las mujeres, puede proceder tanto del exterior del lugar de trabajo (clientes) como en el interior del mismo.
- Asimismo, según ADECCO: «el 62% de las mujeres entrevistadas en 2022 cree que siguen existiendo prejuicios a la hora de contratar a una mujer que acredita condición de violencia de género. Una situación que lleva a la mayoría de ellas (72,3%) a no comunicar dicha situación por miedo a que les reste oportunidades en entrevistas de trabajo o procesos de selección«.
Las persistentes desigualdades entre hombres y mujeres están socavando las oportunidades económicas de las mujeres y afectan al conjunto de la economía y; a su vez, perpetúan la violencia de género.
Para reforzar la igualdad de género y garantizar el crecimiento económico, el EIGE (European Institute for Gender Equality) plantea una serie de claves:
- Aumento de la participación de la mujer en el mercado laboral e igual independencia económica.
- Reducción de la brecha y la desigualdad de los salarios y de las pensiones y, por consiguiente, lucha contra la pobreza entre las mujeres.
- Promoción de la igualdad entre mujeres y hombres en la toma de decisiones, y los derechos de las mujeres.
- Lucha contra la violencia de género y protección y apoyo a las víctimas.
Para más información consulta los siguientes enlaces:
Este artículo forma parte de la campaña de activismo que se lleva a cabo con motivo del día 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, en el marco del “Programa para Educar en Igualdad y Prevenir la Violencia de Género. Hacia un voluntariado por el Buen Trato” de Fundación Mujeres, con la financiación del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de las Subvenciones del 0,7 a actividades de interés social.