El urbanismo feminista es una teoría y un movimiento social que defiende y desarrolla teorías sobre el impacto que ejerce sobre las mujeres y medio ambiente el modo están construidas las ciudades. La teoría tiene como objetivo comprender qué significa ser mujer en un espacio urbano y qué luchas y oportunidades encuentran las mujeres en estos entornos. Apostamos por transformar la sociedad a partir de repensar los espacios, porque consideramos que los espacios también contribuyen a configurar las realidades. ( Explica el colectivo Col·lectiu Punt 6)
Cuando caminas por la calle, no tienes la misma percepción si eres hombre que mujer. El espacio no es neutro, ni lo son las construcciones y elementos en él. No siente lo mismo un hombre al volver a casa solo de noche, que una mujer. Tampoco quien tiene a su cargo a personas, que quien no. “El urbanismo no es neutro y contribuye a perpetuar los designios patriarcales”, confirma la socióloga urbana Blanca Valdivia (Madrid, 1981), una de las fundadoras de Col·lectiu Punt 6, una cooperativa de arquitectas, sociólogas y urbanistas feministas.
El urbanismo feminista aborda aspectos que tiene que con ciudades y urbes accesibles y amables para toda la ciudadanía, espacios comunes que favorecen y generan entornos y espacios públicos para la diversidad de los colectivos que la forman, lugares donde estos puedan vivir en igualdad de condiciones, es decir, el urbanismo feminista apuesta tanto por sostenibilidad como la movilidad, la seguridad y iluminación, entre otros muchos ingredientes que promueven entornos cívicos y culturales El urbanismo feminista confía en la construcción de ciudades amables y seguras, entornos urbanos cosmopolitas y accesibles para las personas que la habitamos.
Es decir el urbanimo feminista busca y define las ciudades como entornos mejores y más habitables:
Recientemente el encuentro Trans Femina reunió a colectivos de Barcelona, Oporto y Moderno con el objetivo de repensar el diseño de nuestras ciudades con el foco puesto en clave de perspectiva de género. Un encuentro donde dichos colectivos se plantean y se preguntan, cómo y cuál es el modo simbólico y el real en el que las mujeres siendo la mitad de la población ocupan el espacio y la ubicación en las ciudades propiamente dentro de una distribución morfológica para que la perspectiva de género esté presente para unir y dar cohesión a todos es la estructura social.
Otro aspectos además de pensar en cómo diseñar y construir ciudades más feministas, esta los derivados de la accesibilidad y la comodidad en las ciudades es por ejemplo en la trayectos diarios y la vida cotidiana de las personas, cuando se habla de la accesibilidad, la iluminación y la distribución se refiere a las por ejemplo al hecho de haya bancos para las personas mayores en calles donde normalmente no revelan aparentemente nada, pero el simple poder sentarse supone para las personas mayores parar, sentarse y ganar autonomía. Una calidad de vida más accesible en espacios públicos adaptados y pensados para el disfrute de la ciudadanía en su totalidad.
Otro de los temas que aborda la teoría de urbanismo feminista, es la que se refiere y explica:
¿Qué son los patios coeducativos? Patios inclusivos/ Espacios para todos.
Según apunta la Guía para la transformación feminista de los espacios coeducativos (Col·lectiu Punt 6), los patios coeducativos son espacios diseñados para que se promuevan las relaciones igualitarias y se rompan las jerarquías establecidas incorporando la mirada y la práctica feminista.
Espacios donde las actividades, roles y dinámicas no reproducen los estereotipos y mandatos de género, y donde se da un uso compartido de espacios, recursos y juegos entre niñas y niños. Que habla de descentralizar los tradicionales campos y “ancestrales” campos de fútbol, en los patios de los colegios, donde todo parecía que debía pasar por ahí, los campos de fútbol ocupaban estratégicamente el centro y del espacio, y la periferia de los patios eran aquellos lugares más alejados.
Afortunadamente hoy en días los patios escolares se rediseñan y se construyen en espacios para todo el colectivo escolar sin diferenciación de sexo y género, son entre otras las denominadas nuevas propuestas, ya que los patios escolares son los primeros lugares de socialización de niños y niñas
Cómo conclusión explicaba el Collettivo Amigdala, de Módena (Italia): El urbanismo feminista propone cambiar la forma de vida centrando la transformación en la vida de las personas, visibilizando y poniendo en valor las actividades reproductivas y de cuidados con cambios en la movilidad, el transporte, el espacio público, la vivienda y los equipamientos”, apuntó.
Autora: Natalia Rodrigo Nieto, voluntaria de Fundación Mujeres.
Revisa nuestra infografía sobre arquitectura feminista.