El pasado 5 de mayo se aprobó en el Parlamento Europeo una Resolución sobre el impacto de la guerra contra Ucrania en las mujeres. Este conflicto está afectando de manera específica a mujeres y niñas, aumentando las desigualdades preexistentes. Según el documento publicado, mujeres y niñas corren un especial riesgo durante este tipo de crisis en relación a las violencias que las afectan particularmente:
Violencia sexual y de género
Esta resolución condena, especialmente, el uso de la violencia sexual y de género que están sufriendo las mujeres durante el conflicto. Este tipo de violencia está siendo empleada por el ejército ruso como arma de guerra, constituyendo un crimen de guerra con arreglo al Derecho internacional.
Por ello, en el texto se pide a la Unión Europea que “adopte una respuesta con perspectiva de género ante la crisis” dando prioridad “a la protección frente a la violencia sexual y de género”. Así, destaca la necesidad de que los países cuenten con programas de apoyo especializado para las mujeres y niñas supervivientes de violencia, abordando sus necesidades específicas y garantizando que estos servicios estén accesibles en lenguas y formatos accesibles a todas ellas.
Salud sexual y reproductiva
El documento publicado también denuncia la falta de acceso adecuado a la salud sexual y reproductiva tanto para las mujeres que siguen en el país como para las refugiadas que llegan a terceros países de la Unión Europea, ya que se están encontrando con ciertos obstáculos en algunos de estos países. Por ejemplo, en algunos de ellos estos servicios no están cubiertos por la sanidad pública o incluso, en países como Polonia, donde el aborto no está permitido, las mujeres que así lo desean no pueden poner fin a su embarazo.
Por ello, la resolución hace hincapié en el deber de garantizar a las mujeres y niñas el acceso continuado a los servicios de salud sexual y reproductiva y, en particular, a anticonceptivos de emergencia y al aborto, también para las supervivientes de violencia sexual.
Trata de seres humanos
La guerra en Ucrania está creando las condiciones necesarias para que se produzca un auge de la trata de seres humanos, habiendo aumentado el número de denuncias y encontrándose particularmente en riesgo mujeres, niñas y niños, debido a la situación de vulnerabilidad derivada del conflicto. En particular, la trata de seres humanos con fines de explotación sexual “por proxenetas, dueños de prostíbulos y compradores de servicios sexuales” es la que representa uno de los mayores riesgos para las refugiadas que huyen del conflicto.
Por ello, la resolución insta a los Estados miembros a que garanticen “la seguridad y la ausencia de explotación sexual de las mujeres y niñas refugiadas”, detectando y persiguiendo a las redes de trata mediante la vigilancia de los lugares utilizados por tratantes de seres humanos para la captación de víctimas (estaciones, aeropuertos, centros de acogida…) y reitera, además, que “la prostitución fomenta la trata de mujeres vulnerables”.
Vientres de alquiler
Sobre la “la explotación sexual para la gestación por sustitución y la reproducción” el Parlamento Europeo menciona que esta práctica es inaceptable, constituyendo una violación de la dignidad y de los derechos humanos que afecta particularmente a las mujeres más pobres y a las que “se encuentran en situaciones de vulnerabilidad, como en el contexto de la guerra”.
Por ello, pide a toda la Unión Europea y a los países que forman parte investigar “las dimensiones de esta industria” así como la situación económica de las mujeres y las consecuencias que tiene para su salud física y mental.
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