Esta herramienta pretende prevenir ataques y proteger a las víctimas, además de poseer un enfoque preventivo, educativo y comprometido con la equidad de género
Para visibilizar y sancionar estos abusos –tan comunes que pasan desapercibidos-, el Observatorio contra el Acoso Callejero en Chile (OCAC) presentó la semana pasada un proyecto de ley en el parlamento llamado Ley de Respeto Callejero, patrocinado por siete diputadas y tres diputados de una diversidad de sectores políticos y que cuenta con el respaldo de la Unión Europea y ONU Mujeres.
«Tenemos la convicción de que la Ley de Respeto Callejero es una medida indispensable para avanzar hacia un espacio público más amable y seguro para todos y todas», señaló María Francisca Valenzuela, Presidenta de OCAC. El proyecto define este acoso como un «acto de naturaleza o connotación sexual, ocurrido en lugares o espacios públicos o de acceso público, en contra de una persona que no desea y/o rechaza la conducta, afectando la dignidad y/o derechos fundamentales de la víctima».
La nueva norma establecería el acoso sexual callejero como un delito, cuyas sanciones irían desde multas de entre 25 y 982 dólares, hasta penas de prisión en su grado mínimo, lo que significa cárcel entre 61 y 540 días. La pena aumentará en un grado si el delito se cometiera en compañía de otras personas o contra menores de edad, adultos mayores, embarazadas, personas discapacitadas, con movilidad reducida, o en estado de intoxicación temporal.
El proyecto lo avala la «I Encuesta de Acoso Sexual Callejero en Chile», que muestra que el 99 por ciento de los autores son varones y que más del 90 por ciento de las encuestadas han sufrido alguna variante de este acoso. Las mujeres comienzan a sufrirlo a los 14 años de media. Un 40 por ciento lo soporta diariamente y más del 77 por ciento al menos una vez a la semana.
Más del 90 por ciento de las encuestadas han sufrido silbidos, jadeos o miradas lascivas y un 72 por ciento ha sido víctima de comentarios agresivos que aluden al cuerpo de las mujeres o al acto sexual. Un tercio ha sufrido formas más graves de acoso como agarrones en senos, trasero o vulva, además de presión del cuerpo con los genitales masculinos. Poco más del tres por ciento señaló haber vivido la forma más grave: la violación.
Una de las conclusiones del estudio es que las más jóvenes son más acosadas, presumiblemente porque los victimarios buscan víctimas más indefensas. Solo un cinco por ciento de las víctimas ha denunciado, lo que seguramente se debe a que en la actualidad este tipo de violencia se considera una «falta a la moral y buenas costumbres». Un 71 por ciento de las mujeres interrogadas, señaló haber tenido al menos una experiencia de acoso traumática, lo que explica que un 24 por ciento nunca haya contado lo sucedido.
Para promover la necesidad de esta ley, el OCAC Chile realizó un video que puede verse en https://www.youtube.com/watch?v=u9JOIndoFbI.
Noticia publicada en Amecopress (ver noticia en la fuente original)