La Federación Mujeres Jóvenes, a través de un comunicado en su página web, ha puesto de manifiesto la necesidad de «ampliar la consideración de víctimas de violencia de género a hijos/as mayores de edad, hasta los 25 años, que durante su infancia sufrieron de manera directa o indirecta la violencia ejercida por parte de su progenitor hacia sus madres».
Tal y como exponen en el texto publicado, el Estatuto de la Víctima define el concepto de víctima directa como «toda persona física que haya sufrido un daño o perjuicio sobre su propia persona o patrimonio, en especial lesiones físicas o psíquicas, daños emocionales o perjuicios económicos directamente causados por la comisión de un delito». Esta definición es la que ha permitido ampliar el concepto de víctima directa a hijos e hijas de mujeres víctimas de violencia de género. No obstante, desde la Federación Mujeres Jóvenes, consideran necesario «continuar trabajando para ampliar esta definición».
El problema se presenta cuando la madre denuncia siendo sus hijos e hijas ya mayores de edad. Según apunta la Federación, se produce una «paradoja legal», ya que si la madre denuncia siendo aún menores de edad, sí se siguen considerando como víctimas más allá de los 18 años. Por ello, lo que proponen es un «cambio legislativo», ampliando la consideración de víctima hasta los 25 años, «independientemente del momento en que se haya producido la denuncia». Las consecuencias que tiene esta situación, que ellas mismas definen como «un fallo sangrante del sistema», es que jóvenes que han sufrido durante su infancia la violencia ejercida hacia su madre se quedan sin protección legal.
Ocurre con bastante frecuencia que, aquellas personas que han crecido conviviendo con un maltratador, abandonan el hogar familiar al cumplir la mayoría de edad, quedando en muchos casos «en una situación de absoluta vulnerabilidad». También sucede que muchas mujeres esperan a que sus hijos e hijas «hayan salido del hogar familiar para presentar cargos contra su maltratador».
Desde Fundación Mujeres nos sumamos a esta reivindicación de la Federación Mujeres Jóvenes y, del mismo modo, consideramos que es necesario que jóvenes que han sufrido la violencia ejercida hacia su madre durante su infancia puedan contar con la protección legal que ofrece la consideración como víctima directa de la violencia de género.
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