En Europa, se considera cada vez más que la violencia y el acoso laboral constituyen una parte importante de los factores de riesgo psicosociales en el trabajo, que afectan a la salud y al bienestar de las personas trabajadoras. La mala salud física puede causar ausencias e incapacidades para trabajar, mientras que el malestar psicosocial puede provocar problemas más graves relacionados con el bajo rendimiento y la alta tasa de movimiento de personal.
El estudio Violence and harassment in European workplaces: Causes, impacts and policies, realizado por Eurofound en 2015, evalúa el estado de bienestar de los y las trabajadoras en Europa y Noruega y el impacto de los factores de riesgo psicosocial en ellas, especialmente los causados por estar sometidas a cualquier forma de violencia y acoso laboral.
El análisis recoge fuentes nacionales y europeas de información sobre el alcance de la violencia y el acoso laboral, como la Quinta Encuesta Europea sobre las Condiciones de Trabajo (EECT) y la Encuesta Europea de Empresas sobre los Riesgos Nuevos y Emergentes (EERNE). Además, examina las políticas públicas que buscan abordar la violencia y el acoso y la elaboración de políticas de prevención adecuadas. Presenta evidencias de encuestas nacionales que investigan la violencia y el acoso, así como información de metodologías y la prevalencia de éstas situaciones. Esta información se complementa con estudios cualitativos y pruebas sobre nuevas formas emergentes, como el ciberacoso, la relación con las condiciones de trabajo y el resultado de estos comportamientos para la salud de los trabajadores y su participación en el mercado de trabajo.
El estudio del Eurofound utiliza el concepto de comportamiento social adverso (CSA) que se desarrolló para describir los resultados. El CSA es un índice basado en seis preguntas de la encuesta del Quinto EECT realizado en 2010, que preguntan a la persona si, durante el curso de su trabajo, ha sido objeto de abuso verbal, atención sexual no deseada, amenazas o comportamiento humillante.
Evidencias del estudio del Eurofound, muestran tendencias divergentes. La información de las contribuciones nacionales muestran que las agresiones verbales y psicológicas -entre amenazas, intimidación, abuso verbal, acoso y violencia psicológica- constituyen las formas de violencia y acoso laboral más denunciadas en la UE.
Según el estudio, en Europa en general, la violencia y el acoso laboral han aumentado a largo plazo. La proporción de las personas encuestadas que informaron haber sido víctimas de CSA aumentó de 11,2% en 2005 a 14,9% en 2010. En algunos países se ha registrado un aumento de la violencia y el acoso laboral en épocas más recientes, en parte en relación con los cambios en los lugares de trabajo afectados por la crisis económica, como se desprende del informe Eurofound.
Acerca de las características de ambos género y edad, el estudio muestra que los trabajadores más jóvenes, especialmente las mujeres, son más afectadas por los ASB, especialmente en términos de acoso sexual. Según el QEECT (2010), la proporción de mujeres sometidas a CSA es superior (15,1%) a la proporción de hombres (13,3%). En Finlandia, por ejemplo, casi el doble de mujeres son sometidas a CSA que hombres. La diferencia entre mujeres y hombres se explica en parte por los niveles más altos de exposición de la mujer al acoso sexual. En relación con algunos sectores económicos, se observan diferencias significativas entre mujeres y hombres en las actividades que suponen trato con terceras personas, como de educación, salud (sanitario) y de trabajo social. Estos son los sectores con niveles relativamente altos de violencia y acoso laboral.
La proporción de las y los trabajadores menores de 35 años que reporta CSA es mayor (16,1%) que la de otros grupos de edad (13,8% de los 35 a 49 años y 12,2% de los mayores de 50 años). De otro lado, sólo tres países presentan pruebas sobre el impacto de la nacionalidad en el nivel de exposición a la violencia y el acoso. En España, por ejemplo, los trabajadores inmigrantes reportan ser más víctimas de violencia y discriminación que los locales.
Como destaca el estudio Eurofound, la violencia y el acoso se asocian con impactos negativos en el trabajo y la salud. La comprensión del nivel de denuncia de violencia y acoso laboral es compleja debido a múltiples factores que tienen un impacto en el número total de casos reportados, como el nivel de conciencia, los aspectos socioculturales y las políticas y procedimientos en el país. La legislación varía de un país a otro, reflejando tanto las diferencias socioculturales como las diferencias en el derecho laboral y la protección social, así como su inclusión en la legislación en materia de salud y seguridad en el trabajo.
A nivel de la UE, algunas personas en determinadas condiciones de empleo afirman haber sido objeto de violencia y acoso laboral con más frecuencia que otras, como aquellas que se encuentran en trabajos temporales, su origen es de otro país en el que se encuentran o trabajan en el sector servicios. En general, las personas que sufren violencia y acoso informan de peores resultados sobre su salud y bienestar, lo que a largo plazo puede conducir a una mayor probabilidad de jubilación anticipada y hace que el trabajo sea menos sostenible durante el curso de la vida.
Por último, desde una perspectiva comparativa del estudio, debe reconocerse que los niveles de prevalencia del acoso laboral, parecen estar influidos por el nivel de la conciencia existente en los países. Sin embargo, no es la única explicación.
Para mas información consulta el estudio en el siguiente enlace:
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Observatorio de Violencia: Eurofound (2015), Violence and harassment in European workplaces: Causes, impacts and policies, Dublin.