Las mujeres inmigrantes y los obstáculos a los que se enfrentan en su nuevo país

Por Melany Herrejón – Voluntaria de Fundación Mujeres


En 2022, el número de personas extranjeras ha crecido un 7%, es decir, casi 6.5 millones de personas más en España. De este número, los hombres constituyen cerca de 3.35 millones y las mujeres cerca de 3.15 millones de inmigrantes. Aunque los dos géneros son similares en porcentaje, su proceso migratorio y los retos que enfrentan al llegar a España, son muy diferentes.

Una de las problemáticas más graves a las que tienen que hacer frente las mujeres inmigrantes, es integrarse en el mercado laboral y optar a un trabajo que les permita tener cierta flexibilidad e independencia económica.

«Desprofesionalizar», un término tan escuchado últimamente, significa que las mujeres consiguen trabajos de baja cualificación, pese a que estas tengan estudios reglados en sus países de origen. Este fenómeno, se da con mucha frecuencia en la vida de las mujeres migrantes, por lo que sus habilidades y formación, quedan relegados a un segundo plano.

Una investigación, llevada a cabo por Red Acoge, mostró que al menos el 50% de las mujeres que estaban empleadas, declararon que el puesto que desarrollaban no se ajustaba a la formación ni a las habilidades que poseía la persona.

La investigación señala que hay diferentes motivos para que se de esta situación. Uno de ellos, es el hecho de que, a menudo, muchas de las mujeres migrantes se mudan con sus parejas y/o familias, y acaban siendo las principales responsables del trabajo doméstico no remunerado. Sus papeles como madres y/o esposas, se tornan su identidad principal, mientras que sus oportunidades para aumentar sus ingresos van desapareciendo.

La necesidad existente de trabajadores/as del hogar en los países occidentales, empuja a las mujeres migrantes a cubrir estos puestos, ya que en muchas ocasiones, son la única puerta de entrada al mercado laboral. El trabajo del hogar o doméstico, se torna una de las opciones más probables para estas mujeres, pese a ser un trabajo poco o mal remunerado y a menudo, mal regulado.

Todas estas cuestiones, hacen que las mujeres migrantes se encuentren en posiciones vulnerables y que estén expuestas a sufrir abusos por parte de sus empleadores.

Es importante, reconocer los retos a los que tienen que hacer frente estas mujeres en el país de recepción, ya que en la mayoría de ocasiones, la integración laboral puede tornarse un obstáculo más en sus procesos de integración.

Para más información consulta los siguientes enlaces:

Si te interesa este contenido, ¡compártelo!