La Red de Mujeres contra la violencia, ante la violencia desatada contra las mujeres y la población en general en Nicaragua, se solidariza con las familias de las más de 120 personas que han sido asesinadas, y con las más de 1000 personas heridas, exigiendo políticas que reconozcan y hagan efectivos los derechos de las mujeres.
Denuncian los abusos sexuales, el acoso y las violaciones sexuales que se están produciendo desde el inicio de la represión, donde niñas y jóvenes están siendo víctimas de la violencia machista ejercida, fruto de ello son los 402 feminicidios registrados.
Reclaman justicia para quienes han cometido los actos arriba mencionados, que no queden impunes y sin castigo.
A continuación reproducimos en posicionamiento de la Red de Mujeres contra la Violencia (RMCV)
Red de Mujeres contra la violencia
Ante la violencia desatada contra las mujeres y la población en general
Acompañamos y hacemos nuestro el dolor de las mujeres nicaragüenses y de la población en general que día a día continúa siendo agredida por las fuerzas policiales y grupos parapartidarios armados que incrementan la represión luego de 46 días de resistencia popular.
Nos solidarizamos con las familias de las más de 120 personas que han sido asesinadas, con las más de 1000 personas heridas, con quienes permanecen en los hospitales en grave condición de salud, con las personas que aún están en dependencias policiales sin ser reconocidas como prisioneras políticas, con las que están siendo acusadas -sin fundamentos- de haber cometido graves delitos, con las que permanecen detenidas fuera de los términos que establece la ley, con las que han tenido que salir de sus casas para evitar ser detenidas, con las jóvenes y los jóvenes secuestrados, golpeados, torturados y abandonados, incluso en el mismo lugar que la dictadura somocista abandonaba a nuestras hijas e hijos, la Cuesta del Plomo.
Denunciamos los abusos sexuales, el acoso y las violaciones sexuales que no han cesado desde que inició la represión. Niñas y jóvenes han sido víctimas de la violencia machista que se suma a la violencia política y la represión generalizada. Recordamos que esta violencia actual se suma a los 402 femicidios registrados de los últimos seis años, a las muertes maternas, a las muertes por cáncer, por Sida o por aborto clandestino e inseguro como consecuencia del Estado misógino, la indiferencia social y la desvalorización de los cuerpos de las mujeres desde que nacen hasta el último día de sus vidas. Exigimos que quienes cometen estos crímenes sexuales sean juzgados y no queden en la impunidad.
Demandamos la salida inmediata de los gobernantes responsables de este baño de sangre y exigimos el cese inmediato de todos sus actos de violencia. Tomemos en cuenta que mientras se prolonga la represión, el régimen asesina jóvenes y ciudadanos desarmados cuyo único objetivo es liberar a Nicaragua de este gobierno totalitario.
No aceptamos negociaciones a ningún nivel que dejen por fuera la voluntad popular de terminar con esta dictadura en el menor tiempo posible. No queremos mediación de ningún gobierno extranjero ni de la OEA que signifique la prolongación del sufrimiento y el no reconocimiento de las demandas populares.
Las mujeres de todas las generaciones estamos en el centro de la resistencia ciudadana, aportamos con experiencia y sabiduría para paliar los daños que ocasiona la represión en nuestras comunidades, participamos en la resistencia cívica del pueblo nicaragüense, en la desobediencia civil, y en todas las iniciativas pacificas para lograr la liberación de Nicaragua con justicia, libertad y democracia.
La Red de Mujeres Contra la Violencia junto a las organizaciones de mujeres y feministas, los movimientos sociales y las organizaciones de la sociedad civil trabajaremos sin cesar tanto para seguir acompañando a las sobrevivientes de los crímenes sexuales como para lograr la salida del poder de los Ortega-Murillo.
Exhortamos a todas las organizaciones regionales e internacionales de protección de los DDHH a apoyar decididamente a las mujeres y la población de Nicaragua.
Managua. Nicaragua, 5 de junio 2018
Cc. CIDH – OEA – Amnesty International – CEJIL