El pasado viernes 25 de enero, el Gobierno de Sierra Leona prohibió con efecto inmediato la práctica de la Mutilación Genital Femenina (MGF). Dicha decisión se encuadra en una serie de medidas relacionadas con la violencia política que se ejerce en las ceremonias de iniciación. El Gobierno informó de la prohibición, con el envío de una carta a las autoridades regionales.
En Sierra Leona – uno de los pocos países donde todavía era legal practicar la Mutilación Genital- hasta un 90% de niñas habían sufrido la ablación, según datos oficiales de la ONU. La muerte de una niña de diez años a la que le realizaron dicha práctica, ha fomentado las peticiones de ilegalización de la misma.
El Movimiento de Iniciativas Amazónicas (AIM), expone que no tratan de prohibir los rituales de iniciación en las sociedades secretas a las que denominan ‘Bondo’ y a las cuales se otorga gran peso político. Muy al contrario, el objetivo que persiguen es sustituir la mutilación por otros procesos de iniciación alternativos en los que, sin dañar a las niñas y mujeres, se preserve su cultura.
Como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se busca la eliminación de la mutilación en los países donde todavía se practica. De hecho, todavía quedan seis países (Chad, Liberia, Malí, Sierra Leona, Somalia y Sudán) donde la mutilación genital femenina todavía no se ha criminalizado. Eso sitúa a las 16 millones de niñas que allí residen en un grave riesgo de sufrir la ablación. Por su parte, cabe destacar la fuerte legislación que Kenia y Uganda tienen contra la práctica de la MGF.
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