El Consorcio Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) y la Escuela Andaluza de Salud Pública, en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid, han publicado recientemente un estudio sobre violencia sexual que analiza esta violencia dentro y fuera de la pareja, así como el acoso sexual. Los datos del estudio están extraídos de la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer del año 2019 de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, que cuenta con una muestra de 9.568 mujeres residentes en España de 16 o más años.
Según los datos publicados, el 44,5% de las mujeres encuestadas han sufrido alguna vez en su vida alguno de los tipos de violencia sexual que analiza el estudio (dentro de la pareja, fuera de la pareja y acoso sexual) y el 1,5% han experimentado los tres. Otro dato destacable del estudio es que las mujeres encuestadas han manifestado con mayor frecuencia haber sufrido violencia sexual dentro de una relación de pareja (9,2%) que fuera de ella (6,5%). Dentro de esta última, casi la mitad de los agresores suelen ser hombres del entorno cercano de la víctima (familiar, amigo, vecino, compañero de trabajo o de clase, etc.), lo cual debe llevarnos a «reconsiderar el mito del atacante en un callejón oscuro». Así mismo, el estudio concluye que las mujeres con discapacidad tienen más riesgo de experimentar los tres tipos de violencia sexual.
En cuanto a la prevalencia de la presentación de denuncias, en el caso de la violencia sexual perpetrada por la pareja, los motivos más citados para no denunciar fueron haber resuelto el asunto solo o haber terminado la relación (61,7%), no considerar importante la violencia vivida o no saber que se podía denunciar (38,3%) y sentirse avergonzada, culpable o tener miedo a no ser creída (24,1%). Las razones más frecuentes para no presentar denuncia cuando la violencia sexual se ha sufrido fuera de la pareja fueron no considerar el asunto importante o no saber que se podía denunciar (45,1%), ser menor de edad cuando ocurrió la violencia (36,5%) y en tercer lugar sentirse avergonzada, culpable o tener miedo a no ser creída (35%).
Por otro lado, del total de mujeres que han experimentado acoso sexual alguna vez en su vida, el 43,4% ha sido objeto de contacto físico inadecuado, el 40,5% de exhibicionismo y el 34,7% de intimidación. La misma proporción de mujeres (34,7%) ha recibido sugerencias inapropiadas sobre tener una cita o participar en alguna actividad de naturaleza sexual y el 25,1% ha recibido contenido inapropiado. En cuanto a las denuncias, las mayoría de mujeres han recurrido con mayor frecuencia a alguien muy cercano a ellas para hablar sobre el tema y solo el 4,2% presentó una denuncia policial, por lo que en este sentido podemos afirmar que existe una elevada cifra negra.
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