Esta publicación forma parte de la campaña de activismo que se lleva a cabo con motivo del día 25 de noviembre, Día para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, en el marco del proyecto “Educar en Igualdad Extremadura”, un programa de Fundación Mujeres desarrollado gracias a los Fondos del Pacto de Estado contra la Violencia de Género con cargo a los créditos recibidos por el Ministerio de Igualdad. Secretaría de Estado de Igualdad. Subvencionado por la Consejería de Igualdad y Portavocía de la Junta de Extremadura. SINCO/2021/0000002836
El viernes 19 de noviembre de 2021 tuvo lugar la comparecencia de Victoria Rosell, la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, ante los medios de comunicación para actualizar las cifras de la violencia de género desde la última comparecencia, entre otras cosas.
En 2021, hasta la fecha, 37 mujeres han sido asesinadas por violencia de género, 1.118 desde 2003. Además, 24 menores han quedado huérfanas y huérfanos por violencia de género en 2021, 330 desde 2013.
En esta misma rueda de prensa, Victoria Rosell confirmó que a partir del 1 de enero de 2022 el Ministerio de Igualdad empezará a contabilizar los asesinatos de mujeres más allá de aquellos que se producen en el ámbito de la pareja o expareja, ampliando así los datos de feminicidios por violencia machista.
De esta manera se incluirá a mujeres asesinadas “por el hecho de ser mujeres”, extendiendo las estadísticas a todas las violencias contra la mujer que establece el Convenio de Estambul del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, que España ratificó en 2014, y el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, que se aprobó en 2017 en el Congreso de Diputados/as.
El movimiento feminista estaba esperando desde hace tiempo una medida que visibilice a todas las vidas que la violencia machista ha quitado, quita y quitará en las estadísticas oficiales de violencia de género. La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género afirmó que no es una tarea fácil pero, después de escuchar a personas y entidades especialistas y consultar guías internacionales, por fin se va a llevar a cabo.
La idea es añadir otras categorías a las víctimas asesinadas a manos de sus parejas o exparejas. Por un lado, los feminicidios por violencia sexual, entre los cuales se incluiría casos como el de Diana Quer, el de Laura Luelmo o situaciones de explotación sexual y trata. Por otro lado, los feminicidios por violencia social, que incluiría los asesinatos cometidos dentro del ámbito familiar (por un hombre que no sea la pareja o expareja) y en otros entornos, como el laboral perpetrados por compañeros de trabajo o empleadores. Además, se tendrán en cuenta las víctimas de violencia vicaria, es decir, cuando se utilizan a las hijas o los hijos como instrumento para causar el mayor daño posible a la madre.
A continuación adjuntamos el vídeo completo de la comparecencia de Victoria Rosell del mes de noviembre.
Para más información consulta los siguientes enlaces: