#28M #SaludSexual Exposición a la pornografía: Afectaciones y medidas a tomar

El consumo actual de la pornografía y su fácil acceso, hace que sea vital el conocer cómo esto puede afectar en a las poblaciones más jóvenes de las sociedades. A su vez, es importante conocer qué acciones se pueden tomar a nivel integral, para mitigar el impacto que esto pueda tener en el desarrollo de estos colectivos, de tal manera que se realice un trabajo mancomunado, entre los diversos actores sociales, como lo son, las familias, los centros educativos, y el Estado.

¿Cómo afecta el consumo de pornografía a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes? 

El informe de Save The Children 2020, señala 3 problemas: 

  • La falta de capacidad de la adolescencia para ser crítica con la pornografía. 
  • La idealización de las prácticas que se ven en las webs con contenido sexual. 
  • Su acceso se da cuando su proceso madurativo no ha culminado. 

Estos problemas son acompañados de una crítica parcial de la pornografía por parte de esta población. Lo que deviene en falta de herramientas para interpretar los contenidos de forma positiva. En consecuencia, una idealización de las situaciones que allí se presentan, desde cuerpos normativos, prácticas de riesgo, y un imaginario principalmente de los hombres como <<superhéroes del sexo>>. 

Según el informe citado, las y los adolescentes son conscientes de la idealización de las prácticas que se ven en la pornografía. Sin embargo, esto no garantiza que sepan reconocer las problemáticas que subyacen a esta industria. A este respecto Save The Children 2020, afirma que:, “El 36,8 % de quienes consumen con más frecuencia pornografía no distingue entre la ficción de la pornografía y sus propias experiencias sexuales, y del total, el 17,1 % no sabe contestar. Además, los chicos son los que ven más semejanza entre la pornografía y prácticas propias en comparación con las chicas” (Save The Children, 2020). 

Uno de los mayores problemas que muestra el consumo de pornografía es el uso de violencia en las misma. Cuestión que, sin herramientas para la interpretación, se toma como referente en al ámbito sexual. La mayoría de los adolescentes coinciden en que la pornografía en ocasiones es violenta. Sin embargo, lo anterior tienen un matiz en la población que se identifica como no binaria y/o homosexual. A saber, la mayoría de las adolescentes homosexuales y bisexuales está muy de acuerdo con que el contenido en ocasiones es violento (Save The Children, 2020), estas poblaciones suelen afirmar con mayor rotundidad la existencia de prácticas violentas en lo contenido porno. 

Otra problemática evidente es la desigualdad de género que se visibiliza de forma contundente en los contenidos pornográficos. La existencia de relaciones de poder en estos espacios es evidente, y deja a las mujeres en amplias desventajas. Relacionado con lo anterior el informe (Des) información sexual: pornografía y adolescencia, arrojó que: 

El 55 % de las chicas y la mayoría de adolescentes con género no binario niega con rotundidad que son igualitarias, frente al 31,1 % de los chicos. […] El 59,4 % de la población adolescente prefiere los vídeos en los que no hay jerarquías de poder (especialmente las chicas). Sin embargo, quienes ven pornografía con frecuencia muestran mayor interés por los vídeos en los que existen jerarquías de poder explícito. […] Llama la atención que hay más chicas que chicos entre quienes no saben reconocer las prácticas de riesgo en la pornografía. 

En consecuencia, se muestra que las múltiples ideas que se desarrollan alrededor del porno están diseñadas para el beneficio de una población puntual, a saber, hombres que se identifican como heterosexuales. Los que no, quedan fuera de la representación, y las mujeres por su parte quedan expuestas a prácticas de riesgo. 

¿Qué acciones se pueden tomar para mitigar los efectos de la pornografía? 

La Convención sobre los Derechos del Niño, afirma que la educación afectivo-sexual es un derecho. Esta tiene como objetivo principal «preparar a la infancia para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de sexos» (artículo 29). En este sentido la educación afectivo- sexual hace parte importante para desarrollo integral de los niños y niñas. 

La educación afectivo-sexual propende por dar la posibilidad de adquirir una información adecuada. Busca el aprendizaje de herramientas básicas, para aprender sobre sexualidad, riesgos, el cuerpo, el consentimiento, etc. Por otro lado, es importante comprender que es preciso la existencia de una sinergia entre las familias, y los centros educativos, puesto que ambos deben ser garantes de una formación integral. 

La educación afectivo-sexual, como contenido educativo, es una actividad pedagógica gradual, con contenidos rigurosos y objetivos, basados en la biología, psicología y desarrollo social. (Save The Children,2020). Esta educación permite obtener conocimientos para gozar de salud, bienestar dignidad en el desarrollo, y socializaciones con otros, y otras, de forma equitativa, consentida, e igualitaria. 

Es vital desarrollar procesos de comunicación asertiva en todos los espacios donde niños, niñas, adolescentes y jóvenes se desenvuelven. Esto permitirá que existan ambientes de confianza para que ellos y ellas, puedan resolver sus dudas acerca de la sexualidad. La falta de comunicación positiva hace que el mayor referente de información sea el internet, y otras fuentes que carecen de filtro alguno. De tal manera que los medios por los cuales las nuevas generaciones están adquiriendo información, se ven así: 

Se evidencia que las dos mayores fuentes de información son, el internet, y las amistades cercanas. A su vez se muestra una confianza más alta en las madres para obtener información, y una proporción no tan alta en los cuerpos docentes. Lo que evidencia la importancia de la transversalidad de la educación afectiva-sexual, para aprender a filtrar la información masificada que se encuentra en redes.  

Por último, hay que resaltar la importancia de un trabajo en equipo, entre las familias, los centros educativos, y el Estado, garantes de una educación afectivo-sexual integral. Por ello se dan algunas recomendaciones básicas que se pueden tener en cuenta para la mitigación de la desinformación que provoca el consumo de pornografía. 

Fuente: Elaboración propia.

Para más información consulta el siguiente enlace.  

Esta noticia forma parte de la campaña que se lleva a cabo con motivo del día 28 de mayo, Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, en el marco del “Programa para Educar en Igualdad y Prevenir la Violencia de Género. Hacia un voluntariado por el Buen Trato” de Fundación Mujeres, con la financiación del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030. 

 

 

 

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