El Parlamento polaco busca restringir de nuevo el aborto

Por Laura Bolaños Giner – Equipo de voluntariado del Observatorio de Violencia

Tras el intento fallido de octubre de 2016 de prohibir, casi en su totalidad el aborto, el gobierno polaco ha vuelto a la carga al iniciar los trámites para aprobar una nueva propuesta de ley que endurecería y restringiría aún más el aborto.

El miércoles 10 de enero, el Parlamento polaco, dominado por los ultraconservadores nacionalistas del partido Ley y Justicia (PiS),  tras un debate, votó para mandar la reforma de la Ley del Aborto a la Comisión Parlamentaria. La revisión de la norma por parte de esta Comisión, es el primer paso para que el proyecto se someta a votación del pleno.

El objetivo de este nuevo proyecto de ley, resultado de la iniciativa popular Stop Aborto, es prohibir el “aborto eugenésico”, es decir, eliminar de la ley vigente la posibilidad de interrumpir el embarazo en caso de malformación del feto.

Polonia presenta una de las legislaciones sobre el aborto más restrictivas de Europa. La ley vigente de 1993 sólo permite la interrupción del embarazo en tres supuestos: en caso de violación o incesto, cuando el embarazo supone un riesgo para la salud o la vida de la madre o si el feto sufre malformaciones. El nuevo proyecto de ley pretende suprimir este último supuesto como condición, restringiendo aún más la ley.

Que la propuesta haya puesto el foco en los casos de malformación del feto y no en los otros dos supuestos, no es arbitrario, ya que según los datos del grupo Stop aborto, el 96% de los abortos legales que se practicaron en Polonia en 2016 fueron por malformación del feto. Con lo que, si el proyecto de ley saliera adelante y fuera finalmente aprobado, los abortos legales en Polonia se reducirían al mínimo.

No debemos perder de vista que el control restrictivo de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres polacas por parte del gobierno, no se limita a intentar prohibir el aborto, sino que abarca también la limitación de la venta de la píldora del día después, que sólo puede dispensarse con reta médica y la paralización de la  financiación pública para las fertilizaciones in vitro.

En contraposición a esta propuesta de restricción de la ley del aborto, el Parlamento rechazó la iniciativa del Comité “Salvamos a las Mujeres” que pretendía liberalizar la interrupción voluntaria del embarazo hasta las 12 semanas, garantizar el libre acceso a la píldora del día después y proporcionar una educación sexual inclusiva y universal.

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