Hoy, 30 de julio, se conmemora el Día Mundial contra la Trata de Personas. Naciones Unidas, a través del Secretario General António Guterres, reafirma su compromiso y empeño en impedir que las bandas delincuentes exploten a las personas en su beneficio, y en ayudar a las víctimas en su recuperación.
La trata de personas es el comercio ilegal de seres humanos con propósitos de esclavitud laboral, explotación sexual, mental, reproductiva, trabajos forzados, mendicidad forzada, o cualquier forma moderna de esclavitud contra la voluntad y el bienestar del ser humano. Es un delito internacional de lesa humanidad y viola los derechos humanos de la persona atentando contra la libertad y la dignidad de las víctimas. Generalmente incluye la captación y el transporte ilegal de personas.
Todos los países están afectados por la trata, ya sea como lugar de origen, tránsito o destino de las víctimas. La amenaza sigue recayendo principalmente sobre mujeres y niñas, quienes constituyen aproximadamente el 71% de las víctimas registradas. La gran mayoría son tratadas con fines de explotación sexual, aunque en torno al 35% de las víctimas con fines de trabajo forzoso, son mujeres. Los conflictos armados agravan esta problemática, ya que los grupos armados explotan a los civiles y las bandas traficantes se aprovechan para captar de forma forzosa a personas desplazadas que huyen de esa realidad. En este contexto cabe destacar a Nadia Murad, primera víctima de trata en ser Embajadora de Buena Voluntad de las Naciones Unidas, que recibió el Premio Nobel de la Paz en 2018 por su acción internacional para acabar con la trata y la violencia sexual en los conflictos.
La UNODC ha publicado un Informe Global sobre Trata de Personas 2018, donde precisamente destaca la trata de personas como una estrategia de los grupos armados para financiar sus actividades o incrementar su fuerza en los conflictos alrededor del mundo.
En 2013, la Asamblea General sostuvo una reunión para evaluar el Plan de Acción Mundial de 2010. Los Estados miembros adoptaron la resolución A/RES/68/192 que señala que este día es necesario para «concienciar sobre la situación de las víctimas del tráfico humano y para promocionar y proteger sus derechos«. Posteriormente, en 2015, se aprobó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los países aceptaron cumplir los objetivos y las metas relacionados con la lucha contra la trata. Estos objetivos piden que se adopten medidas contra la trata y la violencia contra la infancia, contra la trata en general, y que se acabe con todas las formas de violencia contra las mujeres y niñas. En 2016, en la Cumbre sobre los Refugiados y los Migrantes se aprobó la Declaración de Nueva York, por la que los países se comprometían a cumplir 19 puntos, tres de los cuales versaban sobre la lucha contra la trata de personas y el contrabando de personas migrantes.
La experta Maria Grazia Giammarinaro, relatora especial sobre la trata de personas, destaca que las víctimas «necesitan solidaridad y un ambiente social amigable para recuperar el control de sus vidas, un proceso que ciertamente también requiere recursos financieros» en su proceso de recuperación. Asimismo, afirma que “sin embargo, hasta la fecha, la compensación sigue siendo una de las disposiciones menos implementadas del llamado Protocolo de Palermo para prevenir, reprimir y sancionar la trata”.
Finalmente, en este día subrayamos la importancia de que los gobiernos tomen medidas que protejan y ayuden a las víctimas, y que para ello la sociedad también tome conciencia y partido en presionar en la lucha para prevenir este crimen.
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