El Instituto Universitario de Estudios de Género de la Universidad Carlos III de Madrid ha diseñado un dispositivo tecnológico inteligente, un wereable, para proteger a las mujeres víctimas de violencia. El proyecto Empatía – CM está liderado por el equipo UC3M4Safety, un equipo multidisciplinar compuesto por seis grupos de investigación, cinco de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) y uno en la Universidad Politécnica de Madrid.
La clave del diseño radica en la computación afectiva multimodal. Este dispositivo es un prototipo académico que se llama Bindi (círculo que las personas de cultura hindú llevan en la frente) y consiste en un sistema portable (wereable). Tiene una intención estética, pero también una misión de monitoreo inteligente que permita prevenir ataques sexuales o violentos contra las mujeres que lo lleven puesto.
Estos dispositivos, que se han desarrollado con forma de colgante y pulsera, se conectan por bluetooth entre sí y con el teléfono móvil de la usuaria mediante una app. Contienen un botón de pánico que puede activar la mujer cuando se enfrente a una situación de riesgo. Además, tiene un conjunto de sensores de variables fisiológicas con las que detectar pánico, miedo o un gran estrés y activar la alarma si la usuaria no puede por cualquier razón pulsar el botón de pánico. El collar incluye un sistema de reconocimiento de voz que además de la finalidad citada para las variables fisiológicas, puede servir como prueba judicial en caso de ser necesario.
El sistema es sencillo: el dispositivo manda una señal al móvil de la mujer, que automáticamente rebota la alerta y su localización. «Se encuentra a su vez interconectada a lo que nosotros llamamos ´guardianes´, que es un circulo de protección que la usuario ha seleccionado a priori«, afirma José Ángel Miranda, investigador del proyecto. Según la investigadora principal, Celia López Ongil, el objetivo es que la policía lo integre en su sistema de protección y puedan recibir las alarmas de las usuarias. Del mismo modo, tratan de conseguir una mayor financiación con la que poder desarrollar dispositivos que pasen desapercibidos entre los complementos que puedan llevar las mujeres.
Para aquellos casos en los que la mujer que lleva los dispositivos sienta emociones similares a las que estos detectan pero por otros motivos, puede desactivarse con un toque al teléfono o a cualquiera de los dos complementos. En este sentido, también están trabajando en la mejora de los algoritmos con los que aumentar la precisión en el monitoreo.
Este prototipo se diseño como parte del concurso Anu & Naveen Jain Women’s Safety XPRIZE para el que había que desarrollar una tecnología ponible efectiva en la lucha contra las agresiones a mujeres. Además, el resultado debía ser comercializable por menos de 40 dólares (35 euros) y funcionar incluso en entornos en los que las mujeres no pueden contar con la ayuda de las autoridades públicas. El proyecto que describimos quedo finalista en el concurso.
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