CIPD25: de la Cumbre de El Cairo a la de Nairobi

Por Silvia Soto Ruiz – Equipo de voluntariado del Observatorio de Violencia


La Conferencia de Beijing en 1995 y, actualmente, Beijing+25 ocupan gran parte de la agenda internacional en materia de igualdad. Sin embargo, no son el único foro en el marco de Naciones Unidas, dedicados a los derechos de las mujeres y las niñas. Por ejemplo, también está la Conferencia Internacional sobre Población y el Desarrollo (CIPD), convocada por el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA). Desde su creación en 1969, el UNFPA es el organismo de las Naciones Unidas encargado, entre otras cuestiones, de la salud sexual y reproductiva. En consecuencia, algunas de las principales aspiraciones del UNFPA consisten en la eliminación de la mutilación genital femenina y del matrimonio infantil, en el acceso fiable a anticonceptivos modernos y en asegurar que todo embarazo sea deseado, así como todos los partos seguros.

LA CUMBRE DE EL CAIRO 1994

En este sentido, la CIPD celebrada en El Cairo (Egipto) en septiembre de 1994 supuso, en palabras de Babatunde Osotimehin, exdirector ejecutivo del UNFPA, «un punto de inflexión fundamental en el pensamiento mundial sobre las cuestiones relativas a la población y el desarrollo» y, más en concreto, en el avance en la defensa a nivel mundial de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.

La Cumbre del El Cairo desembocó en el Programa de Acción de la CIPD, que fue aprobado por 179 países e implicó, además, una importante contribución a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), aprobados en el año 2000, antecedentes de los actuales Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y su Agenda 2030.

En 2014, año del vigésimo aniversario de la Cumbre de El Cairo, Ban Ki-Moon, exsecretario general de la ONU, aseguró que la CIPD «estableció que los derechos de las personas son un elemento central del desarrollo, declaró que la salud sexual y reproductiva es un derecho humano fundamental y subrayó que empoderar a las mujeres y las niñas es indispensable para garantizar el bienestar de los individuos, las familias, las naciones y el mundo en su conjunto«.

Desde entonces ha habido avances importantes, entre los que cabe destacar la disminución de las muertes maternas prevenibles, la reducción de práctica de la MGF, el embarazo de adolescentes o la mejora cuantitativa y cualitativa de la planificación familiar. Sin embargo, el propio organismo de la ONU reconoce que el progreso ha sido lento y desigual, estacándose especialmente en los últimos años.

LA CUMBRE DE NAIROBI 2019


25 años después de la histórica Cumbre de El Cairo, esta semana tiene lugar la Conferencia Internacional sobre Población y el Desarrollo de Nairobi (CIPD25), en concreto entre el 12 y 14 de noviembre de 2019, convocada por el UNFPA y también por los gobiernos de Kenia y Dinamarca.

Miles de personas expertas, representantes gubernamentales y de organizaciones de diversa naturaleza, se dan cita en la capital de Kenia para remarcar el legado de la Cumbre de El Cairo y, según el lema elegido para el encuentro, «acelerar la promesa» que se adoptó en 1994. Además, todo esto en el marco de los ODS y los compromisos de la Agenda 2030. Así, en Nairobi se trabaja sobre 5 ejes bien definidos:

  • Acceso universal a los derechos sexuales y reproductivos como parte de una cobertura sanitaria universal;
  • Conseguir la financiación para completar el Programa de Acción de la CIPD;
  • Aprovechar la diversidad demográfica para impulsar el crecimiento económico dentro de un desarrollo sostenible;
  • Acabar con la violencia de género;
  • Defender el derecho a la atención de la salud sexual y reproductiva incluso en contextos humanitarios y frágiles.

RETOS POR ALCANZAR, INVOLUCIÓN QUE EVITAR

La Cumbre de Nairobi no solo servirá «para celebrar los notables progresos», sino también para constatar que «ese viaje que comenzó hace 25 años está lejos de haber acabado», según Natalia Kanem, directora ejecutiva de la UNFPA.
En este sentido, el Fondo de Población proporciona las siguientes cifras que demuestran que todavía queda mucho camino por recorrer:

  • Más de 33.000 niñas al día son forzadas a casarse;
  • Más de 800 mujeres mueren al día por complicaciones en el embarazo o en el parto;
  • 4 millones de mujeres cada año están en riesgo de sufrir la mutilación genital femenina;
  • 232 millones de mujeres no pueden acceder a métodos anticonceptivos modernos en los países en desarrollo;
  • Cada año, una de cada cinco mujeres y niñas será agredida por su pareja.

En consecuencia, el mayor reto de la Cumbre será lo que se ha denominado como los «3 ceros»: cero necesidad insatisfecha de planificación familiar, cero muertes maternas prevenibles y cero violencia de género y prácticas nocivas contra mujeres, niñas y jóvenes.

La CIPD25 no solo debe hacer frente a los retos anteriormente descritos, sino también a la involución que suponen las presiones de organizaciones contrarias a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Algunas de estas organizaciones, de naturaleza ultraconservadora y ultracatólica, han anunciado su desplazamiento a Nairobi, a pesar de no participar en la Cumbre. Su objetivo no es otro que presionar a los representantes internacionales y nacionales para no avanzar en derechos, por ejemplo, el aborto, con lemas como la «CIPD no me representa«.

No obstante y a pesar de las presiones, Kanem ha dejado claro que «la Cumbre de Nairobi nos ayudará a congregar una amplia coalición de personas interesadas para proteger los logros alcanzados y avanzar el programa de la CIPD para asegurar que nadie se quede atrás«.

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