Dado que la violencia de género es un problema global, que no solamente afecta a las víctimas, la prevención de dicha situación debe abarcar todos los ámbitos posibles, incluyendo el de la familia.
Según el Portal Estadístico de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, en lo que llevamos del año 2021, 323 denuncias por violencia de género han sido presentadas por familiares de la víctima.
Además, las mujeres víctimas de violencia de género lo cuentan en el 81% de los casos, y de ese este porcentaje, el40% lo cuenta a su madre, el 32% a una hermana y el 20% a su padre. Estos datos demuestran la importancia de tener un contexto familiar de apoyo para la víctima. Dicho apoyo resulta esencial en muchas ocasiones para la gestión correcta de una situación de violencia de género.
Existen diferentes vías para la educación de las familias en este tema, desde la formación en iniciativas como el curso “Actualidad de la Familia, Atención e Intervención en situaciones de Vulnerabilidad”, organizado por UNAF en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid; hasta herramientas en formato online como la propuesta por el Instituto Nacional de las Mujeres de México «Familias y sexualidades« que ofrece información útil acerca de la violencia de género.
Prejuicios, mitos u otras ideas erróneas acerca de la violencia de género, pueden infligir en la víctima sentimientos como culpabilidad, tristeza o desesperanza. Es por ello que la importancia del ámbito familiar no solamente reside en el apoyo que puede suponer a la hora de la presentar la denuncia, sino de su implicación en la salud mental de la víctima y su influencia en la gestión emocional del problema por parte de esta.
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