Por Katherine Tamayo Mejía – Equipo técnico del Observatorio de Violencia
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD, ha recopilado en un informe los datos del año 2019 y 2020 sobre el volumen de llamadas mensuales en países como, Argentina, Brasil, Colombia, República Dominicana, Guatemala, Paraguay y Perú; generando un informe que indica que la violencia de género y doméstica ha aumentado en América latina y el Caribe durante la pandemia.
A medida que la pandemia del Covid-19 se fue extendiendo por todo el mundo, fue seguida de cerca por varias políticas de cuarentena y confinamiento. No obstante, aunque las órdenes de quedarse en casa pueden ser necesarias para mantener a las personas a salvo del virus, también pone a otras en mayor peligro, como a las víctimas de violencia de género.
En América Latina y el Caribe, donde la violencia de género ya estaba muy extendida antes de la pandemia, y donde se han prolongado estrictas órdenes de permanencia en el hogar, es donde realmente es preocupante la situación, puesto que los niveles más altos de estrés social y económico debido a la pandemia combinados con la movilidad restringida fuera del hogar y el acceso reducido a los servicios, crearon una olla a presión para potenciales abusos.
En la mayoría de los países, las llamadas aumentaron después de la cuarentena. El informe señala que, aunque estos datos dan una visión general, es posible que no reflejen la situación real para las mujeres, ya que las víctimas a menudo no denuncian por diferentes razones, como el miedo a represalias o falta de seguridad por parte de autoridades competentes. Además, las restricciones de movilidad y el miedo al contagio hacen más difícil buscar ayuda y las víctimas no pueden llamar a estas líneas si están confinadas en casa con su abusador.
Para responder a esta situación, el PNUD delineó una amplia gama de enfoques para que sus socios internacionales apoyen y los gobiernos integren en sus respuestas nacionales a la pandemia.
Según el PNUD, 29 países de la región, han aprobado 177 medidas. Los tipos de medidas más habituales son las destinadas a reforzar los servicios (64% de las medidas) y las dirigidas a la sensibilización y campañas (29% de las medidas). Algunos ejemplos de las medidas adoptadas son las relacionadas con las líneas de ayuda y otros mecanismos de denuncia, respuestas policiales y judiciales, servicios coordinados entre organismos, albergues, y la provisión continua de apoyo psicosocial.
Por último, en el informe se deja claro, que si bien no existe una solución única ni fácil o simple para combatir la violencia de género durante la pandemia, es claro que, las respuestas al Covid-19 deben integrar una perspectiva de género si se quiere cumplir efectivamente con el objetivo de promover la seguridad de todas las mujeres.
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