El 11 de Diciembre pasado, con un nuevo presidente electo, Argentina amaneció con el Decreto 15/2019 en el Boletín Oficial Nº 34.258 donde se designa a la abogada Elizabeth Victoria Gómez Alcorta como la nueva Ministra del “Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad”.
La creación de este Ministerio «responde al compromiso asumido con los derechos de las mujeres y diversidades, frente a toda forma de discriminación y violencia y en pos de de la construcción de una sociedad más igualitaria que promueva la autonomía integral de todas las personas, sin establecer jerarquías entre las diversas orientaciones sexuales, identidades, o expresiones de género, siendo estos objetivos prioritarios de gobierno.»
De esta forma, Argentina se une a Chile, Perú, Venezuela, Paraguay, Costa Rica y República Dominicana y pasa a ser parte de los países latinoamericanos que cuentan con un Ministerio para representar al sexo femenino y a disidencias en las políticas públicas.
Es la primera vez en la historia de este país que decide ampliarse el alcance del Estado Nacional en la materia; considerando insuficiente la actual – y anterior – estructura de la Administración Pública para llevar adelante políticas integrales de género y diversidad.
Millones de mujeres celebran hoy esta medida en Argentina, y no es casual que la noticia impacte ya que las diferentes estadísticas relacionadas con violencia de género, desigualdad y brecha salarial de los últimos años son considerablemente llamativas, y requieren soluciones más inmediatas.
En la Encuesta Permanente de hogares – INDEC – 3er Trimestre 2018 se establece que de la población mayor a 14 años que no estudia y no percibe ingresos propios, el 22,3% son mujeres, mientras que solo el 9,9% son hombres. De la población ocupada, el 16,7% de las mujeres trabajan en el sector cuidados y con servicios domésticos. Los hombres que se dedican a este sector -sin servicios domésticos- es el 0,4%.
Pero no es solamente la falta o el tipo de empleo lo que afecta principalmente al sector femenino: el promedio de ingresos totales es para las mujeres un monto de $15.460,69 (230,75 euros) y para los hombres, $20.963,21 (312,88 euros). La brecha salarial, un fenómeno que se extiende también a nivel global, no hace más que ahondar la desigualdad de género y contribuir a las disparidades en los ámbitos económico y social.
El INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) establece también la cantidad de horas diarias dedicadas al trabajo no remunerado en el interior del hogar de hombres y mujeres con ingresos propios, siendo la de la mujer el doble que la del hombre. Y cuando al trabajo en el hogar nos referimos, cabe también destacar que el promedio de horas semanales de trabajo no remunerado es para las mujeres aproximadamente unas 42 horas, y para los hombres, tan solo 17.
Estos índices reflejan una fuerte profundización de la feminización de la pobreza, a la vez que las estadísticas de femicidios se mantienen más o menos estables, mostrando que una mujer es asesinada casi cada día.
Por otro lado, en el 2018 el gobierno nacional había decidido «compactar» su equipo y se eliminaron entre otros Ministerios (como Trabajo, Ciencia y Tecnología, Ambiente o Cultura) el de Salud. Este desmantelado del Ministerio de Salud, convertido en Secretaría, no hizo más que retroceder en políticas de salud pública. Pero con la llegada al poder de Alberto Fernández el pasado 10 de diciembre, el Ministerio de Salud vuelve a ser un hecho y estará conducido por Ginés González García, quien ya se proclamó a favor del aborto legal y declaró que será «un ministerio verde», haciendo alusión a los pañuelos que caracterizan esta lucha. Considerado por éste como una problemática de Estado, empezará por restituir el Protocolo de Aborto no punible que había derogado la administración de Mauricio Macri.
Será cuestión de tiempo, pero a tan sólo dos días del cambio de gobierno, todo parece ser buenas noticias a futuro en materia de derechos de la mujer.
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