Hind Achabi, la empresaria marroquí que es presidenta de la compañía Dalia Air se encuentra presa en Salé, ciudad cercana a Rabat, por adulterio y falsificación de documentos . Esta mujer, situada en la élite empresarial y financiera internacional fue denunciada por su entonces marido, Sadiq Marafi, embajador de Kuwait en Austria. El abogado de Hind Achabi recurrió la sentencia pero este pasado martes 28 de marzo de 2017, un tribunal de apelaciones de Rabat ha ratificado la condena de dos años de prisión, y ademas debe indemnizar a su ex marido con 18000 euros. Tanto su actual pareja como su hermana también han recibido penas de prisión, él por el delito de adulterio aunque ya ha sido puesto en libertad tras siete meses de cárcel preventiva, y la hermana ha sido condenada a seis meses de cárcel por complicidad en el uso de falsos documentos.
El código penal marroquí prevé prisión de uno a dos años para los adulterios denunciados por su pareja, el procesamiento concluye cuando uno de los cónyuges retira la denuncia. «En general, son las mujeres quienes suelen retirarlas» señala Saida Drissi, vicepresidenta de la Asociación Democrática de Mujeres de Marruecos.
Ya en 2015 la organización pro derechos humanos Human Right Watch (HRW) indicaba en un comunicado que la penalización del adulterio por la ley marroquí «viola los derechos básicos» y provocan persecuciones judiciales «que parecen tener motivaciones políticas». La penalización del adulterio es contradictoria con el derecho a la vida privada que reconoce la Constitución marroquí de 2011, y también contraria al derecho internacional en materia de derechos y libertades, señalaba la organización. Human Right Watch también denuncia «el carácter intrusivo de las investigaciones policiales», así como «la penalización de las relaciones consentidas entre adultos, sea cual sea su estatus marital».
La organización puso como ejemplo el juicio de apelación en Rabat contra Hicham Mansuri, en 2015 también, miembro de la Asociación Marroquí de Periodistas de Investigación y condenado a diez meses de cárcel por «complicidad en adulterio con una mujer casada», que también fue condenada por adulterio aunque estaba separada cuando se produjeron los hechos.
Igual que en el caso de Hind Achabi, divorciada desde 2014 lo que fue la base de la defensa de su abogado «El problema es que ella no pudo obtener en Kuwait los papeles del divorcio. Y la acusan de falsificación de documentos, cuando en realidad no puede haber falsificación sobre una fotocopia», indicó. También se solicitaron pruebas de paternidad de los hijos nacidos en 2015 y 2016 que revelaron que su ex marido, Sariq Marafi no era el padre «Cuando nacieron los niños ya no estaba casados» señala el letrado de la empresaria, Mohamed Faziou. «Estaban divorciados, aunque continuaban haciendo negocios juntos. La relación con el era solo en el plano de los negocios.»
Las organizaciones de derechos humanos llevan tiempo demandando la reforma del código pena marroquí, piden la despenalización de los delitos de adulterio o el de relaciones entre personas del mismo sexo, ambos castigados tanto con pena de cárcel como con multas económicas a los condenados.
Para más información consulta los siguientes enlaces:
Una empresaria marroquí, condenada a dos años de cárcel por adulterio
HRW critica la ley marroquí sobre el adulterio «que viola los derechos básicos»