Investigación sobre las violencias machistas que sufren las mujeres que consumen drogas

España, a través de la Fundación Salud y Comunidad ha participado, junto a Italia, Austria, Alemania, Portugal y Croacia, en la investigación del proyecto europeo INTERLEAVE. Su objetivo es profundizar en el conocimiento de las violencias de género hacia las mujeres que usan drogas y generar una guía de herramientas de intervención y gestión de las mismas por parte de los servicios de atención.

Se publicó en julio de 2022 el informe de la investigación bajo el título «Women Who Use Drugs Facing Gender-Based Violence in Europe«. Algunos de los resultados más relevantes que se obtuvieron gracias al análisis cuantitativo y cualitativo con enfoque de género y feminista son los siguientes:

  • La mayoría de mujeres que usan drogas declara haber sufrido violencia psicológica (86,64%) y/o física (74,23%). En cuanto a violencia sexual, el 44,62% reporta haber sufrido en la edad adulta y el 24,62% en la infancia.
  • Tanto los hombres que usan drogas y/o alcohol (86,22%) como los que no (51,97%) son principalmente reportados como agresores por las mujeres que usan drogas.
  • La pobreza (32,41%) destaca como eje de opresión, además del género y el uso de drogas.
  • Solamente el 24,49% de profesionales (el 27,63% de las mujeres y el 11,7% de los hombres) declara trabajar desde una perspectiva de género. Es más, el 54,39% de profesionales reconoce no tener conocimientos sobre la intersección entre el uso de drogas y las violencias de género y machistas. 

Por otro lado, las recomendaciones que ofrece el estudio son las siguientes:

  1. Aplicar un enfoque de género interseccional en la conceptualización y el abordaje de la violencia de género y machista experimentada por las mujeres que usan drogas.
  2. Formar a profesionales de los servicios especializados y generalistas sobre la intersección entre el género y uso de drogas.
  3. Prestar especial atención a la pobreza, y también a la orientación sexual y la etnia, en tanto que otros ejes de discriminación que afectan a las mujeres que usan drogas.
  4. Promover diagnósticos de salud mental sensibles al género para evitar la sobre-medicalización.
  5. Desarrollar estrategias de prevención e intervención dirigidas a hombres -que usan y no usan drogas, incluidos los profesionales- como principales agresores.
  6. Elaborar protocolos para detectar de forma sistemática la violencia de género contra las mujeres que usan drogas, centrándose en la violencia psicológica, física y sexual en diferentes contextos, incluida la violencia en los contextos institucionales y en la familia de origen.
  7. Mejorar las estrategias de intervención, tanto en los servicios generalistas como en los especializados, de acuerdo con lo que sugieren las diferentes convenciones y declaraciones internacionales al respecto para disminuir la prevalencia de violencia institucional detectada entre las mujeres que usan drogas.
  8. Atender a las necesidades específicas de las mujeres víctimas de violencia de género y de sus hijas e hijos, especialmente en el acceso a los tratamientos de las madres con hijas e hijos y a la creación de espacios o servicios solo para mujeres.
  9. Dar voz y escuchar a las mujeres que usan drogas en el diseño, desarrollo y evaluación de los programas y servicios, y fomentar su participación política a través de redes nacionales e internacionales de mujeres que usan drogas y de mujeres supervivientes de violencias.
  10. Dado que los servicios integrados para mujeres que usan drogas supervivientes de violencia de género reúnen más aspectos relacionados con la integración de la perspectiva de género, se sugiere generalizar este tipo específico de servicios desde la Red Europea de Drogodependencias; así como adaptar los servicios de drogas y los servicios para mujeres supervivientes a las mujeres que usan drogas y enfrentan problemáticas relacionadas con la violencia de género y machista.

El estudio concluye con la necesidad de avanzar hacia unos servicios de drogas con perspectiva de género y desestigmaticen a las mujeres que consumen drogas.

Para más información, consulta los siguientes enlaces:


Por Esther Camino Soguero – Voluntaria de Fundación Mujeres

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