El lema internacional del año 2017 para el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer en «Leave No One Behind: End Violence against Women and Girls» («No Dejemos a Ninguna Atrás: Poner Fin a la Violencia Contra Mujeres y Niñas»).
Bajo esta línea de actuación Fundación Mujeres presenta la campaña «Juntas Hacemos Temblar La Tierra» que se desarrollará durante el 25 de noviembre y los 16 días de activismo posteriores, en el marco del proyecto «Banco de Buenas Prácticas para la prevención de la Violencia de Género y Educar en Igualdad, hacia un voluntariado 2.0 por el Buen Trato», realizado con la financiación del I.R.P.F «OTROS FINES DE INTERÉS SOCIAL».
En la actualidad parece que las mujeres componen un grupo homogéneo cuya característica reside en tener órganos reproductores femeninos. Pero la realidad es que hay que tener en cuenta la situación propia de cada mujer para que los mecanismos de información y actuación sobre la violencia de género sean efectivos y eficaces. Es decir, nos encontramos ante un grupo heterogénero, por lo que diseñar métodos de información y mecanismos de atención y denuncia teniendo en cuenta las características concretas de una mujer, hace que esos procesos e informaciones no sean accesibles y entendibles para el cómputo total de mujeres.
Esta campaña pretende visibilizar la situación de vulnerabilidad ante la que se encuentran muchas mujeres a lo largo del mundo a consecuencia de circunstancias personales que imposibilitan el acceso a la información administrada desde las instituciones públicas, fundaciones y organizaciones, así como a los procedimientos de denuncia para poner fin a la situación de maltrato que padecen día a día. En esta campaña queremos sensibilizar sobre las problemáticas ante las que se encuentran las mujeres sordas e hipoacúsicas, las mujeres rurales, las mujeres ciegas y deficientes visuales, y las mujeres migrantes. ¡No Dejemos a Ninguna Atrás!
INFORMACIÓN INACCESIBLE
Orientar las campañas informativas sobre la imagen de una mujer homogénea provoca que haya muchas mujeres a las que no impacta o llega el contenido del mensaje. Hay varios motivos por lo que sucede a consonancia con la realidad de cada mujer. En los casos englobados en esta campaña se podrían reducir al medio y formato de comunicación, al idioma y a la diferencia entre campo y ciudad. Y como es de cajón, que no te enseñen las nociones básicas de prevención y actuación sobre violencia de género y machista supone encajonar a la mujer maltratada en su día a día al dejarla indefensa y sin medios para prevenir y poner fin a situaciones de maltrato.
Es necesario que se hagan estudios previos que rebelen las diferencias culturales, las desiguales situaciones físicas y la disparidad de lenguas y métodos de comunicación en los que se relacionan las mujeres para diseñar campañas y tácticas informativas para todas. Y no es solo que se comunique los métodos de denuncia, sino que se informe de los centro de atención a víctimas para que sepan que no están solas frente a todo su círculo social sino que cuentan con toda una red de apoyo antes, durante y después del proceso; y de los derechos que les pertenecen y que pueden hacer efectivos.
PROCESOS INEFICACES
Para que un proceso sea eficaz es necesario que se dispongan medidas al alcance de todas las mujeres que se encuentren en situación de violencia. Para ello, hay que acomodar todos los escalones de los procesos a las necesidades de las mujeres que se encuentran en situación de vulnerabilidad y de riesgo. Y aunque sería lo ideal, la realidad es que no todas las mujeres pueden acceder a la estructura policial y judicial diseñada para poner fin a la violencia sufrida.
Los números de emergencia habilitados o los agentes de la ley y el personal judicial carecen de los conocimientos propios del lenguaje de signos y tampoco disponen de un cuerpo efectivo de intérpretes par. Lo mismo sucede con las mujeres que hablan lenguas extranjeras y no manejan el castellano o alguna de las lenguas españolas, aunque en el 016 pueden dar asesoría hasta en 51 idiomas, los procesos judiciales y policiales se complican.
Así pues, para muchas mujeres acceder al sistema de medidas establecido por la ley se convierte en otro momento amargo en el que no van a ser comprendidas, en el que para ser escuchadas van a tener que llevar a alguna persona cercana que facilite la comunicación. Momento en el que desistirán del proceso por la incomodidad generada por la incomprensión y por la necesidad de que algún miembro de su familia o círculo social, la mayor parte de las veces un varón, haga de mediador/a en el proceso.
Todas estas dificultades reducen las posibilidades para luchar contra el maltrato casi a cero. Por eso queremos hacer visible que es una problemática que debe ser atendida y erradicada con urgencia tanto por parte de las administraciones públicas como de las fundaciones y organizaciones que conciencien y trabajen sobre la violencia de género y machistas sobre las mujeres. Es necesario puesto que si no lo hacemos habrá muchas mujeres que continúen sufriendo violencia sin poder ponerle punto y final.
¡No Dejemos a Ninguna Atrás porque Juntas Hacemos Temblar La Tierra!