La realidad actual sobre la desmitificación del amor romántico y la violencia invisible

El Centro de Estudios de Género de PRODEMU publicó este 2021 el estudio “Desmitificación del amor romántico y violencia invisible”, cuyo objetivo era conocer, identificar y evaluar la actitud de las mujeres hacia los mitos del amor romántico y la violencia que estos fomentan, y que muchas veces permanece oculta.

El estudio se llevó a cabo con 625 mujeres mayores de 18 años, principalmente de niveles socioeconómicos más bajos. Se construyó sobre 14 situaciones que describen diferentes formas de violencia -principalmente psicológica- que son más difíciles de visibilizar y detectar, como manipulación, chantaje, desvalorización, control (del cuerpo, el dinero, los vínculos), acoso e imposición de decisiones que involucren a la pareja en su conjunto.

Autoría / Editado por: Centro de Estudios de Género / Fundación PRODEMU
Año: 2021
Sipnosis: La presente investigación tiene por objetivo conocer, identificar y evaluar la actitud de las usuarias de la fundación PRODEMU hacia los mitos del amor romántico y la violencia encubierta que estos promueven, con el propósito de reconocer factores de riesgo, identificar para prevenir y ser antecedente hacia la redefinición de pautas de conductas en el amor que nos permitan promover relaciones de parejas más igualitarias entre los géneros.

Algunos de los resultados que arroja son preocupantes:

  • Un 89% de mujeres menores de 39 años, y hasta un 81% de las mujeres entre 40 y 59,  considera que separarse o divorciarse es sinónimo de fracaso, validando la salsa idea de ‘vivir felices para siempre’.
  • Sobre el mito de la media naranja, el 57% de las mujeres menores de 39 años mostraba acuerdo con el mismo, de la misma forma que el 54% de las mujeres entre 40 y 59 años. Ante esta realidad, resulta alarmante la idea de que las mujeres se sientan incompletas y que por ello necesitan una pareja.
  • Un 41% del total de mujeres encuestadas opina que no debe tener secretos con su pareja. Esta idea puede poner en peligro la individualidad de cada persona, y el espacio propio necesario para el desarrollo personal.
  • Un 77% del total manifestaba haber vivido alguna de las formas de violencia descritas: limitar contacto con familiares (28%), con amistades (32%), enfado por hablar con otras personas (45%), ser perseguidas 7/o acosadas tras el fin de la relación (25%), amenazas de quitar a sus hijos e hijas legalmente (16%), chantaje emocional mediante frases como “sino estamos juntos, me voy a morir” (26%), y amenazas de dañar a otras personas queridas (12%).

Por el contrario, algunos resultados positivos muestran lo siguiente:

  • Un 93% de las mujeres menores de 39 años y un 82% de la franja entre 40 y 59 años, no cede y lo deja todo por su pareja, valorando su propia individualidad. Un 30% de mujeres de aproximadamente 60 años sí estaría de acuerdo en que es necesario hacer esas concesiones. Se observa por tanto un cambio cultural en varias generaciones.
  • El grupo de mujeres más jóvenes, entre 19 y 39 años manifiesta una mayor actitud crítica hacia el amor romántico, con menor idealización y conservadurismo de este; de lo que se deduce que existe un un cambio generacional en las pautas de las mujeres.
  • Los grupos etarios más jóvenes también muestran más desacuerdo con la idea de que las relaciones de pareja deben ser heterosexuales y destinadas a la procreación.

Las mujeres jóvenes declaran más situaciones de violencia, y el porcentaje disminuye conforme aumenta la edad. Ante estos datos se plantearon la reflexión sobre si estas cifras se deben a una mayor violencia en sí misma, o a una mayor conciencia que permite aumentar la detección de estas manifestaciones.

Las conclusiones del estudio van en esta segunda línea, encontrando que las actitudes más críticas permiten una mayor capacidad de detección que los valores idealistas y conservadores del amor romántico, que validan ideas de subordinación de la mujer.

Finalmente, cabe hacer referencia a las consecuencias de este tipo de violencia de género, que pueden relacionarse con pérdida de autoestima, aislamiento, pérdida de redes de apoyo social, pérdida de autonomía, etc.

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