Sabemos que el acoso es el delito de perseguir a una o varias víctimas de forma insistente y reiterada, sin autorización legítima, llegando a provocar una grave alteración en la vida cotidiana de estas personas.
Con mucha frecuencia, la violencia de género se considera como la que aparece mediante agresión física, no obstante, en muchas ocasiones, la violencia invisible pasa desapercibida tanto para la victima como para el entorno social que la rodea. No obstante, es importante tener en cuenta que el acoso sexual callejero es una forma de violencia de género que perpetúa la discriminación y el desequilibrio de poder entre hombres y mujeres.
¿Cuáles son las causas y el origen del acoso callejero?
En relación a las causas; la cultural patriarcal y el machismo, muestran los ideales micromachistas que se han instaurado social e históricamente en nuestra cultura, siendo aceptados y reproducidos de una generación a otra. Igualmente, se evidencia una relación directa con el tema educativo, pues dentro de las instituciones que tocan el tema de la educación sexual, el ignorar o evitar hablar de temas que referencian los derechos igualitarios en los diferentes espacios comunes o sobre las violencias presentes hacia la mujer.
Asimismo, generalmente, se puede tomar el acoso como algo «gracioso», como un asunto de «orgullo que se da por la belleza de la mujer» (cosificación de la mujer) o como un asunto que se da por el «deseo del hombre de llamar la atención»; sin embargo, lo que estos comentarios desarrollan es una banalización del acoso, implantando la idea de ser algo normal y soportable.
Por ello, el espacio público “expresa las relaciones sociales entre hombres y mujeres que se construyen y transforman a lo largo de tiempo en los mismos, definiendo ideas de ‘feminidad’ y ‘masculinidad’ y que generan lugares dispares para lo masculino y femenino, afectando su cotidianidad, sus oportunidades y sus derechos”. En este sentido, en la medida que las manifestaciones de acoso en espacios públicos vienen siendo ejecutadas con frecuencia, el acosador llega a considerar “normal”, “inofensivo” e incluso “divertido” ser percibido como amenazante por la mujer acosada.
En esta línea, el hecho de superar el tabú significa reflexionar y mirar de una forma crítica el asunto del acoso callejero, y con ello el relegar esa noción de «naturalidad» con que se toman las acciones violentas que conlleva.
¿Qué efectos y consecuencias tiene el acoso callejero?
La violencia invisible, y, en este caso, el acoso callejero, consiste en agresiones donde se ejerce la violencia, afectando a la intimidad de manera tenue, y, provocando que para la victima sea difícil de explicar. Este tipo de violencia ocasiona indudablemente graves consecuencias para las mujeres y para la sociedad:
- Crean complejos sobre sus cuerpos y afecta a su autoestima
- Provocan en las mujeres sentimiento de culpa
- Miedo y percepción de riesgo a violación
- Discriminación de género
- Su participación social disminuye
- Vulneración de sus derechos a: la seguridad, la libertad y la movilidad
"La práctica del acoso puede actuar como factor criminógeno y desencadenar otra serie de delitos de la misma índole (en el caso del acoso sexual, puede llevar a intento de violación), a causa de la inseguridad que provoca en el entorno."
En definitiva, el acoso sexual callejero produce una disminución en el sentido de control sobre el entorno y la propia vida, y por lo tanto malestar, representando una restricción del desarrollo de capacidades individuales, relacionales y sociales necesarias para la consecución de bienestar subjetivo, tales como sentirse seguro y libre de amenazas, participar e influir en la sociedad, ser reconocido y respetado en dignidad y derechos, y conocer y comprender el mundo en que se vive.
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Este artículo forma parte de la campaña de activismo que se lleva a cabo con motivo de la Semana Internacional contra el Acoso Callejero, del 10 al 16 de abril de 2023, en el marco del Programa “StandUp contra el acoso callejero” desarrollado por L’Oréal Paris en colaboración con la ONG Hollaback! y Fundación Mujeres en España.