Recientemente, se ha publicado el estudio “Violencia vicaria: un golpe irreversible contra las madres”, el primer estudio sobre este tipo de violencia en España. Esta investigación ha consistido en el estudio sobre el análisis de datos de casos de violencia vicaria extrema, es decir, “el asesinato de las hijas e hijos, para dañar de forma irreversible a la mujer”, tal y como lo define la publicación. Concretamente, analiza 51 casos de asesinatos de menores de una muestra de 400 causas.
El objetivo de la investigación es conocer la realidad social de la violencia vicaria, que se define como “aquella violencia contra la madre que se ejerce sobre las hijas e hijos con la intención de dañarla”, desde el año 2000 hasta diciembre de 2021.
Datos sobre los agresores
En la mayoría de los casos, el agresor es el padre biológico de las víctimas (82%) que, en más de la mitad de las ocasiones, se encuentra separado o divorciado (52%). Solo un 26% tiene antecedentes penales, de los cuales el 60% es por violencia de género. A pesar de ello, según el estudio, en el 74% de los casos analizados se ha identificado violencia de género. Sin embargo, de estos, en el 46% no había denuncia previa.
Datos sobre el contexto
Un dato alarmante es que la mayoría de los asesinatos se producen cuando los padres están al cuidado exclusivo de estas niñas y niños (48%), ya sea por estar en el ejercicio del régimen de visitas (44%) o de custodia compartida (4%). El delito se comete, principalmente, en casa del asesino (42%) y sin presencia de otras personas (68%).
En un 60% de los casos existían amenazas previas, ya sea de muerte o de daño hacia la mujer, sobre ella misma o sobre sus hijos/as. Sin embargo, las autoridades solo han sido alertadas en un 20% de los casos totales. De los casos en los que se alertó a las autoridades, en el 70% de ellos no se había establecido ninguna medida de protección y en el 20% se establecieron para la madre únicamente (pero no estaban vigentes en el momento del crimen). En ninguno de los casos estudiados se habían establecido medidas de protección para los hijos y/o las hijas.
Datos sobre las víctimas
Generalmente, tienen una edad comprendida entre los 0 y los 5 años (64%) y el sexo parece ser indiferente (54% de niñas y 46% de niños). Según el estudio, “la poca edad de las criaturas nos muestra el grado de vulnerabilidad e indefensión de las víctimas”. En un 18% de los casos de estudio, rechazaban la figura del agresor, pero en muy pocos casos pidieron ayuda (4%). Solo en un 14% manifestaron síntomas de estar sufriendo maltrato (principalmente, cambios de conducta y quejas sobre la actitud del asesino) y en casi la totalidad de los casos (96%) no hubo una evaluación por parte de profesionales sobre su estado.
Datos judiciales
De las sentencias analizadas, la mayoría de los delitos (71%) son calificados de asesinato, seguidos de asesinato con alevosía (23%), que se aplica cuando el asesinato tiene mayor gravedad en términos de crueldad, y solo un 6% son calificados como homicidio. En el 77% de ellas se aplica el agravante de parentesco y solo en un 17% se ha aplicado el agravante de género. En un 23% de las sentencias se han aplicado atenuantes: por alteración psíquica, por confesión de los hechos y por drogadicción.
Desde Fundación Mujeres consideramos de gran importancia la publicación de esta investigación, que constituye una radiografía de la realidad de la violencia vicaria, la primera en España. Desde 2013 y hasta el día de hoy, el número de menores víctimas mortales de este tipo de violencia asciende a 47. Los asesinatos de niñas y niños pueden y deben prevenirse, extremando las actuaciones para que no sucedan, como indican las autoras del estudio. A la vista de los datos, se hace necesaria una protección efectiva para estas niñas y niños, para que «ningún hombre violento les pueda utilizar como objetos para continuar dañando a la madre».
Puedes descargar el estudio “Violencia vicaria: un golpe irreversible contra las madres” desde este enlace.