Por Jimena Chamizo Ruiz – Voluntaria de Fundación Mujeres
“El problema de la violencia de género es que en muchas ocasiones la sociedad no entiende lo que es.” -Marina Marroquí
“…algo que te habían hablado en clase, pero yo siempre asociaba la violencia de género como algo muy de adultos.”-Carla (Testimonio de Carla. Violencia de género entre adolescentes)
“Al final la educación es la única baza real de erradicar la violencia de género.” -Marina Marroquí
“Yo creo que debería de haber más información de cómo se debe llevar una relación, donde se ponen los límites el consentimiento…”-Carla (Testimonio de Carla. Violencia de género entre adolescentes)
De acuerdo con uno de los estudios realizados recientemente, el Macroestudio de Violencia de Género Tolerancia Cero, creado por la Fundación Mutua Madrileña y Antena 3 Noticias, se han descubierto ciertos datos un tanto alarmantes sobre la percepción de la juventud española sobre la violencia de género.
Dentro de la información recabada existe un porcentaje (16,9%) de las personas encuestadas de entre 18-21 años que considera que el hecho de golpear a su pareja no es violencia de género, al igual que insultarla o amenazarla. El porcentaje crece cuando el 21,53% de jóvenes opina que controlar el móvil no es una forma de ejercer violencia. A pesar de que estos porcentajes recogen información mixta, al acotar a las respuestas de los hombres, los números se disparan; por ejemplo, el 21,16% de los jóvenes varones encuestados no veían violencia de género en golpear a su pareja. Existe una brecha de género en cuanto a la percepción de la violencia de género.
Algunas de las personas encuestadas creen que las redes sociales podrían ser un factor causal de estas inclinaciones violentas y machistas, además de una herramienta que las potencia y facilita su práctica. El 91% determina que las nuevas tecnologías podrían haber contribuido a generar nuevas formas de violencia de género entre jóvenes.
Dada la enorme y descontrolada globalización actual, las generaciones más jóvenes son un blanco fácil para el aprendizaje y repetición de actos clasificados dentro de la violencia de género, ya que el uso desmedido e incontrolado de internet y las redes sociales facilitan el acceso a los y las más jóvenes a contenidos muy dañinos.
Sin embargo, tras ver esta serie de datos, también debemos tener en cuenta que las generaciones venideras son conscientes de sus “desventajas” y están recibiendo una mayor formación y una serie de ejemplos desde su temprana educación nunca antes aplicadas que, por lo general, respaldan una evidente lucha contra la violencia de género. Esta nueva formación no debe detenerse aquí, sino que debe mejorarse y expandirse para que cubra todos los aspectos de la violencia de género y sea efectiva, es decir, se consiga abordar el problema desde la raíz.
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