#25N #BajoLaSuperficieFM Los agresores del mañana: la influencia de la visualización de pornografía

Con motivo del día 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, Fundación Mujeres lanza la campaña de activismo que pretende dar visibilidad a las violencias más sutiles o que se encuentran #BajoLaSuperficie del Iceberg. 

En este sentido, dentro de las formas sutiles que perpetúan la violencia de género, encontramos el control, la humillación, la pérdida de intimidad, entre otras acciones que, a menudo, se exhiben y se normalizan en la industria de la pornografía.

La pornografía es la representación visual de actividades sexuales que buscan producir excitación a su público. Esta tendencia, principalmente cinematográfica, que surgió en la década de 1970 cada vez es más accesible a sus usuarios, gracias a la gradual globalización de nuestro tiempo. Sin embargo, la falta de verdadero “control” sobre el uso de Internet y el desconocimiento de los más jóvenes sobre un tema tan intrincado como es el sexo, hace de estos espacios eróticos online una “escuela urbana sexual”.

Dicha “institución” genera en todo aquel que no tenga una educación sexual sana y establecida en el respeto unos ideales erróneos de los roles que tomamos las personas durante la actividad sexual. Tal y como determina Rosa Cobo: “la pornografía erotiza la violencia contra la mujer, prioriza el placer y el poder de los hombres frente a la «insignificancia» de las mujeres con un discurso de subordinación que convierte al porno en una «propuesta de destrucción de lo femenino”. Es decir, los roles tan marcados que existen en la pornografía actual son extremadamente dañinos y muy fáciles de interiorizar para las mentes más jóvenes.

Además, con el tiempo se ha endurecido el contenido de los vídeos, aumentando los actos nocivos y agresivos del rol superior hacia el rol débil de la escena, creando así una percepción de deseo y placer por ese tipo de actos por parte del rol débil, al tener una reacción positiva hacia estos. Esto presupone que, al llevar a cabo estos actos agresivos, el receptor tendrá la misma respuesta placentera que los actores y actrices de la pornografía muestran. Nada más lejos de la realidad.

De acuerdo con Núria Jorba: «la pornografía que consumen los niños a través de ordenadores, tabletas o móviles reproduce conductas machistas en las que se cosifica a la mujer«. Estas imágenes instruyen a los niños en un ámbito nuevo para ellos, haciendo de ellas una guía aplicable al resto de su vida, no solo en el entorno sexual, sino en su día a día. La gravedad de esta inevitable consumición de pornografía solo puede disiparse si se educa en la sexualidad de una forma íntegra, sincera y recíproca.

El estudio «Nueva pornografía y cambios en las relaciones interpersonales» estima que cada vez es más temprano el primer consumo de pornografía, debido a la “familiaridad” y el fácil acceso a la tecnología móvil. Asimismo, destaca que 1 de cada 4 varones comienza a consumir pornografía antes de los 13 años. Por otro lado, la edad media de inicio de consumo de las mujeres es a los 16 años. Por último, cabe mencionar que el porcentaje de personas que consumen pornografía antes de los 16 años es: 75,8% en hombres, frente a un 35,5% en mujeres, siendo esta una diferencia notable. Otro dato a tener en cuenta es que los hombres consumen más pornografía que las mujeres, también entre adolescentes.

Finalmente, en base al “Análisis de la relación entre la pornografía y la violencia de género: una revisión sistemática” realizado por Pauline Bécognée Wahnich en 2021, comprendemos que el consumo de pornografía está asociado en mayor medida a la perpetuación de violencia y coerción sexuales, además de las violencias psicológicas y físicas hacia las mujeres.

Por todo ello, tras recopilar la relación que existe entre consumo de pornografía y violencia y las consecuencias lesivas que esto tiene sobre las mujeres en sus relaciones sexuales, se plantea la educación afectivo-sexual como la alternativa para comprender que la pornografía no es una fuente fiable, real e igualitaria para entender la sexualidad. La educación afectivo-sexual, -desde una perspectiva práctica- es clave en el proceso de construcción del imaginario sexual adolescente.

Para más información consulta los siguientes enlaces:


Este artículo forma parte de la campaña de activismo que se lleva a cabo con motivo del día 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, en el marco del “Programa para Educar en Igualdad y Prevenir la Violencia de Género. Hacia un voluntariado por el Buen Trato” de Fundación Mujeres, con la financiación del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de las Subvenciones del 0,7 a actividades de interés social.


Por Jimena Chamizo Ruiz – Voluntaria de Fundación Mujeres

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