#28S #HablaDelAbortoFM Algunos casos que muestran las consecuencias de la prohibición del aborto

La prohibición y las restricciones en el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo solo ponen en riesgo la integridad física y emocional y, en última instancia, la vida de las mujeres. Algunas de estas historias se consolidan como referentes de esta lucha y dan voz a aquellas cientos de miles que no llegamos a conocer 

Annie Ernaux, Francia. 

En los últimos años y, en gran medida, por consagrarse como la ganadora del Premio Nobel de Literatura, se hizo mundialmente conocida la experiencia de Annie Ernaux. En su libro “El acontecimiento” la autora relata su experiencia personal realizándose un aborto en Francia en 1963, cuando la práctica todavía era penada con multa y cárcel. El libro, que se basa en las anotaciones que la propia autora fue haciendo durante todo el proceso, se centra en mostrar sus sentimientos, emociones, pensamientos y las respuestas – o la falta de ellas – que recibe de todas las personas que la rodean, incluida su pareja del momento.  

Ana María Acevedo, Argentina. 

Ana María Acevedo tenía 20 años cuando le negaron un tratamiento contra el cáncer que padecía por estar embarazada. Con 22 semanas de gestación se le indujo el parto del que nació una niña de 450gr que vivió apenas unas horas. Un mes después también murió Ana María, producto del avance de su enfermedad. Ha sido su madre, Norma Cuevas, quien a través de los años ha llevado la historia de su hija como bandera para que no le pase a ninguna otra. Al final del documental “Que sea ley”, Norma cuenta que a su hija la mató el fundamentalismo religioso de un hospital público en la provincia de Santa Fe. «Atada de manos y pies, así murió ella», dice. 

Jandira Magdalena dos Santos Cruz, Brasil. 

Jandira tenía 27 años cuando salió de su casa con 4.500 reales (1.050 euros) hacia la clínica clandestina donde se realizaría un aborto, según cuenta su hermana. Su caso se conoció en un primer momento por su desaparición, ya que desde que abandonó su casa con destino a la clínica pasó varios días desaparecida. Según se pudo comprobar posteriormente, Jandira falleció durante la intervención y quienes manejan el negocio del aborto clandestino en Brasil la descuartizaron e intentaron quemar su cuerpo para no dejar rastros.  

Beatriz, El Salvador. 

Cuando tenía 22 años y cursaba su segundo embarazo los médicos le comunicaron a Beatriz que su segundo hijo no sobreviviría, debido a una malformación congénita. Además, Beatriz había sido diagnosticada con una enfermedad autoinmune. Por lo que negarle la interrupción del embarazo ponía en riesgo su propia vida. Finalmente, luego de varios meses, fue sometida a una cesárea de emergencia. Su segunda hija falleció 5 horas después de nacer. 10 años después de lo ocurrido, la Corte Iberoamericana de los Derechos Humanos se pronunció sobre el caso de Beatriz afirmando que fueron vulnerados sus derechos a la vida, integridad y salud, a la vida privada y familiar, así como su derecho a la autonomía y al acceso a la justicia, entre otros.  Además de instar al Estado salvadoreño a resarcir a su familia y reevaluar su política sobre derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, una de las más restrictivas del mundo.  

K.L, Perú. 

Con 17 años y un embarazo de 14 semanas a K.L le notificaron que el feto padecía anencefalia. Esta condición hacía que el embarazo fuera inviable y ponía en riesgo la vida y la salud de K.L. Los médicos que hicieron el diagnostico le recomendaron que abortara. Y si bien el aborto en Perú era legal en los casos en lo que corriera riesgo la vida de la madre, el hospital se negó a realizar la intervención. K.L llevó el embarazo a término. El bebé vivió cuatro días y luego murió. El proceso afectó gravemente su salud física y emocional. En 2005 el Comité de Derechos Humanos de ONU aseguró que haberle negado el aborto a K.L era una clara violación a sus derechos y recomendó al Estado peruano indemnizarla. 10 años más tarde, Perú aceptó hacerse cargo de esa indemnización. Este es uno de los pocos casos en los que las sentencias de organismos internacionales logran algún tipo de resarcimiento para la víctima.

Paulina, México. 

Paulina estaba durmiendo cuando dos delincuentes entraron a su casa, en principio con la intención de robar. El primer hombre abusó de Paulina, se fueron y al poco tiempo el segundo ingresó nuevamente a la casa para violarla, también. Paulina tenía 13 años y quedó embarazada, pero el Estado mexicano le negó el acceso al aborto. 6 años después del hecho, en 2006, delegados gubernamentales de México, en el marco de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos firmaron un acuerdo en el que mencionan que se debe garantizar el aborto en casos de violación y se obligó al Estado a pagarle 33.000 dólares por los daños ocasionados. Sin embargo, hace algunos años Paulina volvió a contar su historia y aseguró que el pago fue mucho menor y que no recibió ningún otro tipo de ayuda para que su hijo pudiese estudiar. 

Estos casos demuestran la urgencia que tiene mejorar las regulaciones con respecto a los derechos sexuales y reproductivos en aquellos Estados que aún hoy tienen legislaciones restrictivas, y de garantizar mediante todos los mecanismos posibles el acceso a estas prácticas, para todas las mujeres, en aquellos países donde ya es legal. 

Para más información, consulta los siguientes enlaces:


Esta actividad forma parte de la campaña de activismo que se lleva a cabo con motivo del día 28 de septiembre, Día de Acción Global por el Aborto Legal, Seguro y Accesible, en el marco del “Programa para Educar en Igualdad y Prevenir la Violencia de Género. Hacia un voluntariado por el Buen Trato” de Fundación Mujeres, con la financiación del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de las Subvenciones del 0,7 a actividades de interés social.

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